El ejercito de Estados Unidos definen daño colateral como aquel "no intencionado o accidental que afecta a construcciones, equipos o personal, y que ocurre como resultado de acciones militares dirigidas contra blancos enemigos como equipamiento o tropas. Este tipo de daño puede afectar a fuerzas amigas, neutrales o aún enemigas". El uso del término como eufemismo lo creó durante la guerra de Vietnam, pero se dio a conocer para el público general con los informes militares sobre guerra del Golfo Pérsico de 1991. Desde entonces se utiliza también en sentido figurado. Un ejemplo: los mercados son estos días un daño colateral de las tensiones entre Grecia y sus socios europeos.

Lo que resulta curioso es que las heridas sufridas por el momento son mucho menores a las de otras fases de la crisis. Ayer tuvimos un buen ejemplo: el semanario alemán Der Spiegel publicó que el BCE está preparando un plan para afrontar una posible salida de Grecia del euro. Y los inversores se lanzaron a vender. Sin embargo, las pérdidas se fueron moderando a lo largo de la jornada y algunas bolsas europeas se apuntaron ligeras alzas. Los expertos lo achacan al programa de compra de deuda del BCE (que echará a andar en unos días) y a la confianza en que finalmente haya acuerdo.

De momento, el Ibex 35 cerró la semana con una subida del 1,3%, hasta los 10.879,30 puntos, pese a caer un ligero 0,29% ayer, y con la prima de riesgo en los 117 puntos básicos.