La directora general de Trabajo del Gobierno de Aragón, María Soledad de la Puente, anunció ayer que su primer reto es mejorar la calidad y la cantidad del empleo, y para ello incrementará el control de los contratos temporales, parciales y de formación y de las horas extra.

De la Puente compareció ante la Comisión de Economía de las Cortes para explicar las líneas de actuación esta legislatura, en la que al mayor problema al que se enfrenta es la precariedad en el empleo, reconoció. Por eso, y dado que este año ha disminuido significativamente el número de expedientes de regulación de empleo a tramitar, los esfuerzos de los funcionarios se destinarán al control de la temporalidad y del tiempo de trabajo para evitar el encadenamiento de contratos que deberían ser indefinidos, y analizar las causas de este fenómeno. También se incrementará el control de la temporalidad indirecta --los contratos a trabajadores cedidos por empresas de trabajo temporal a otras compañías--.

La directora general dijo que también quiere asegurarse de que las jornadas parciales que se pactan lo sean realmente y de que las horas extra no encubren empleos precarios. En salud y seguridad laboral, anunció que ya se está trabajando en la elaboración de una estrategia con el horizonte 2015-2020, con una planificación "dinámica" para incluir los llamados "riesgos emergentes", como los que tienen que ver con la nanotecnología o el "tecnoestrés".

En la misma sesión compareció la directora gerente del Instituto Aragonés de Empleo (Inaem), Ana Vázquez, quien destacó que la entidad pretende erigirse en referente de la intermediación laboral. Entre sus objetivos está conseguir ofrecer a los parados un itinerario de acompañamiento y asesoramiento hasta que consiga un empleo.