El consejero delegado del Santander, José Antonio Álvarez, afirmó ayer que la entidad se adaptará en "unos meses" al decreto del Gobierno que reguló las comisiones de los cajeros, pero dejó entrever que planea cobrar a las entidades emisoras de las tarjetas de los no clientes una tasa cercana a dos euros, como pensaba cobrar a los usuarios antes de la aprobación de la norma y que el Ejecutivo considera demasiado alta.

"¿Es dos euros excesivo? Siempre va relacionado con los costes. Se está magnificando el tema, no hay tantos clientes que tengan que ir a cajeros de la competencia", defendió.

Asimismo, destacó que la debilidad de los ingresos bancarios en España hace lógico que se vuelva a hablar de fusiones, pero afirmó que, aunque mirará posibles compras, la prioridad del Santander es el crecimiento orgánico (por su propios medios). Para ello ha lanzado la cuenta remunerada 1/2/3, cuyo número sobrepasa ya el medio millón y le ha permitido captar 140.000 nóminas venidas de la competencia (mil al día). En ese punto, Álvarez negó que vaya a cambiar por lo menos hasta el 2017 sus condiciones (hasta un 3% de interés y devolución de parte de los recibos) como acaba de hacer en el Reino Unido.

ALTA COMPETENCIA El banco presidido por Ana Botín ganó 5.106 millones hasta septiembre, el 17% más que un año antes (5.941 millones y un 36% con resultados extraordinarios) pese a la "situación difícil" de Brasil, uno de sus principales mercados. En el tercer trimestre, empero, el beneficio cayó el 1,7% respecto al segundo por el menos favorable tipo de cambio del euro frente a las divisas de otros países donde opera. En España, las ganancias fueron de 883, un 64,2% más, a los que hay que restar las pérdidas de la división inmobiliaria: 280 millones, un 44,2% menos.

Las mejora de los ingresos (8,9%) y las menores aportaciones a la hucha para hacer frente a futuras pérdidas y la devaluación de los activos (7% menos) explican buena parte de la mejora del resultado global. En España, en cambio, los ingresos siguen cayendo (2,1%) por la fuerte competencia en precios en el sector para captar crédito (el abaratamiento, a juicio de Álvarez, ha tocado suelo o está cerca) y por el coste de remunerar el pasivo en la cuenta 1/2/3 (unos 40 millones en todo el año).

El crédito creció el 7% en el grupo, pero cayó un 1% en España pese a haber prestado 71.000 millones por los menores préstamos a las administraciones públicas (el Tesoro está financiando directamente a muchas de ellas) y porque la demanda está siendo más débil de lo que el banco esperaba cuando anunció que preveía incrementar el saldo de financiación en el país en el año, un objetivo que ahora ve más difícil.