El presidente de Damm y copresidente de Cacaolat, Demetrio Carceller, y el apoderado mancomunado de la cervecera, Jorge Villavecchia, han defendido hoy en el Juzgado de Instrucción número 8 de Zaragoza que sí que invirtieron en la planta Cacaolat-Sali en Utebo (Zaragoza).

Según ha explicado hoy a los medios de comunicación el abogado de los 55 extrabajadores que presentaron la querella, Eladio José Mateo Ayala, la parte acusada ha de probar ahora que de verdad existió dicha inversión.

Los directivos de Damm han defendido que sí que invirtieron en la planta, al igual que lo hicieron el pasado 3 de noviembre en el mismo juzgado la presidenta de Coca-Cola Iberian Partnets (Cobega), Sol Daurella, su director general, Víctor Rufat, y el director general de Cacaolat, Francesc Lluch.

El abogado ha afirmado que la cifra que dieron los directivos de Damm, 10 millones de euros, con gastos incluidos, no concuerdan con las defendidas por los directivos de Cobega y Cacaolat, quienes se limitaron a señalar que cumplieron con los 4 millones de inversión que exigía el proyecto empresarial que le valió la adjudicación de Cacaolat a Cobega, Damm y la consultora Victory Corporate Turnaround.

Sin embargo, ha dicho que estas cifras dadas se tendrán que probar, ha afirmado.

Los 55 extrabajadores de esta planta presentaron una querella contra estos directivos por posibles delitos de estafa procesal, administración desleal y contra los derechos de los trabajadores.

Según el abogado, estas acusaciones se sustentarían por haber adquirido una empresa -Cacaolat- en sede judicial bajo la obligación de cumplir ciertos requisitos, como la inversión de 4 millones de euros y en el mantenimiento del empleo en la planta zaragozana, que entienden que deliberadamente no cumplieron al ser liquidada la fábrica en menos de dos años desde el momento de la adquisición.

Tanto Carceller como Villavecchia y los letrados que les asistían han rehusado hacer declaraciones a la entrada y a la salida de los juzgados.

Quien sí que ha atendido brevemente a los medios a su salida ha sido Luis Victory, administrador único de Victory Corporate Turnaround, empresa especializada en consultoría para reestructuración de empresas y que dirigió el proceso de compra de Cacaolat.

Ha asegurado que su papel se limitó a elaborar la oferta de adquisición y que, posteriormente, se desvinculó del proyecto.

Las declaraciones se han completado con un perito de UGT solicitado por la parte acusante que ha dado información a la jueza sobre la inversión que había que hacer en la planta y que entiende que no se hizo, según el abogado.