El fabricante de automóviles alemán Volkswagen (VW) y su filial Porsche llamaron ayer a revisión 800.000 coches por problemas técnicos, según indicaron fuentes del consorcio. Los modelos afectados son el VW Tuareg y el Porsche Cayenne, que deberán pasar una revisión técnica tras detectarse fallos en el sistema de pedales. De acuerdo con la multinacional alemana, el problema se detectó en una pruebas internas y la reparación en el taller llevará apenas media hora.

La decisión sigue a la llamada a revisión para 177.000 vehículos de su modelo Passat debido a fallos electrónicos que pueden hacer que el motor deje de funcionar.

Esto supone un nuevo revés para la marca, que está lidiando con procesos legales en todo el mundo después de manipular las pruebas de emisiones contaminantes de sus motores diésel, un fraude descubierto en Estados Unidos. Al respecto, Volkswagen consiguió ayer retrasar un mes la presentación a un juez estadounidense de la solución para los cerca de 600.000 vehículos que circulan en ese país con motores trucados.