Los tambores de huelga resuenan a lo lejos en la planta que Arcelor Mittal tiene en el Parque Tecnológico del Reciclado (PTR) de Zaragoza. El comité de empresa ha llamado a la plantilla a movilizarse para presionar a la dirección y que esta se vuelva a sentar en la mesa negociadora del convenio colectivo. En concreto, UGT y CCOO han planteado convocar huelga en todos los turnos de trabajo los días 11, 15, 19 y 21 de abril, así como una concentración en la plaza de España el día 15 a las 19.00 horas, un calendario que deberá ser ratificado o rechazado por los 268 empleados de la fábrica de La Cartuja.

La negativa de la plantilla a prorrogar su actual convenio colectivo durante un año, tal y como propuso la compañía, es el germen de este posible conflicto laboral. La decisión, que fue adoptada la semana pasada por una amplia mayoría en referéndum, ha provocado que la empresa se niegue a negociar de nuevo. La multinacional, de hecho, ha dejado la puerta abierta a un descuelgue del convenio, de forma que las condiciones laborales y salariales de los trabajadores se ajustarían a las que fija el pacto provincial del Metal. Y ello se traduciría en la pérdida del 50% de salario bruto actual.

En un comunicado enviado ayer a la plantilla, el comité no descarta intensificar las protestas en un futuro si la firma no da su brazo a torcer: "Creemos que es un calendario razonable y esperamos que sea suficiente para conseguir nuestros objetivos, pero siempre estaremos a tiempo de aumentarlo si la empresa no cede o de quitarlo si se aviene a negociar".

LA PRODUCCIÓN CAE UN 25%

La factoría de Zaragoza, al igual que los otros doce centros de Arcelor en España, se ha visto muy afectada por la situación del mercado y del precio de las materias primas, que han llevado a un deterioro de los márgenes de más de un 20% desde el 2012. En el último trimestre del 2015, la producción cayó en la planta un 25% y se suprimió un turno de trabajo, lo que obligó a prescindir del personal eventual.

Fuentes de la empresa señalaron recientemente que "el futuro de la fábrica de Zaragoza no peligra", si bien la caída de los precios por la competencia china y la alta factura energética están haciendo mella, añadieron. En lo que va del 2016, Arcelor ya ha anunciado la paralización de la actividad en sus plantas de Sestao (Vizcaya) y Zumárraga (Guipúzcoa).