España registró el año pasado el segundo peor déficit público de la Unión Europea (UE), con el 5,1% del producto interior bruto (PIB), según los datos de Eurostat. Aunque el Gobierno lo revisó hasta el 5% del PIB, este nivel solo fue superado por Grecia, con el 7,2% del PIB. El organismo estadístico comunitario lo vuelve a situar en el 5,1%, hasta los 54.965 millones de euros si se incluyen las ayudas a la banca. Este nivel de desfase de las cuentas públicas se sitúa muy por encima de la media de la UE, donde fue del 2,4% del PIB y de la zona del euro, con el 2,1%, y supuso incumplir el compromiso adquirido con Bruselas de cerrar el ejercicio en el 4,2%.

Es por ello que para el 2016 se ha establecido un objetivo del 3,6%, en lugar del 2,8% inicial y las ocho décimas adicionales se reparten entre las comunidades autónomas y la Seguridad Social. Las primeras debían haber cerrado el 2015 con un déficit del 0,7% y lo hicieron en el 1,66% y la Seguridad Social, tendría que haber saldado el ejercicio con unos números rojos equivalentes al 0,6% y lo hizo en el 0,81%.

Para el ejercicio actual, las comunidades dispondrán de cuatro décimas más, lo que sitúa su objetivo en el 0,7% y la Seguridad, pasa del 0,3% al 1,1%. Mientras, en la Administración central, en la que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha anunciado un recorte de 2.000 millones, lo rebaja del 2,2% al 1,8%. El Gobierno en funciones da por hecho que la Comisión Europea autorizará a finales de mayo esta relajación del déficit. Aunque reciben con cierto alivio la medida, las autonomías consideran, en general, que con el nuevo margen no basta.

Dentro del club de los países sometidos a protocolo por déficit excesivo, es decir, que se encuentran por encima del 3% sobre el PIB se situaron también Portugal y el Reino Unido, con el 4,4% cada uno; Francia, con el 3,5%; Croacia (3,2%) y Eslovaquia (3%), según los datos de Eurostat. El mismo organismo de la UE destaca que solo registraron superávits, es decir, unos ingresos por encima de los gastos públicos, Luxemburgo, con un saldo positivo equivalente al 1,2% del PIB; Alemania, con el 0,7% y Estonia, con el 0,4%. Los niveles más bajos de déficit con respecto al PIB fueron los correspondientes a Lituania, con el 0,2%, la República Checa, con el 0,4%, Rumanía, con el 0,7% y Chipre, con el 1%, según las estadísticas oficiales comunitarias.

En deuda, el peor resultado fue el de Grecia, con un pasivo equivalente al 176,9% del PIB, seguido de Italia, con el 132,7%, Portugal (129%), Chipre (108,9%) y Bélgica, con el 106%. Según Eurostat, en España este indicador se situó en el 99,2% del PIB. La media en la UE fue del 85,2% y en la zona euro, del 90,7%.