La firma auditora Deloitte y su socio auditor Francisco Celma se escudaron ayer en el seguimiento de instrucciones del Banco de España y de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMC) para justificar los datos de sus auditorías de Bankia, que sirvieron de base para la información a los futuros compradores de acciones del banco en su salida a bolsa.

Tanto la firma como Celma comparecieron ayer en calidad de investigados --antes imputados-- ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu por las irregularidades de los estados contables del debut bursátil de la entidad. Ambos basan su defensa en sendas cartas fechadas en mayo del 2013 y abril del 2014, donde quedaría patente que los trabajos de auditoría y consultoría se realizaron a instancias de los supervisores.

Deloitte y Celma rechazan haber contribuido a la "estafa de Bankia" ya que el supervisor en ningún caso señaló tras su revisión contable la existencia de error alguno en las cuentas de la entidad de marzo o junio del 2011 y que no fuera detectado antes.