Es el fin del mundo tal como lo conocemos» («It’s the end of the world as we know it») cantaban los estadounidenses REM a finales de los años 80. La afirmación parece melodramática, pero los mercados financieros son así de hiperbólicos. Y ayer, después de la debacle del viernes pasado tras conocerse el resultado del referéndum para la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) o ‘brexit’, han seguido inmersos en las pérdidas.

No solo la libra esterlina, que ha vuelto a situarse en niveles mínimos en 31 años, se ha visto afectada por los efectos del ‘brexit’ sino las bolsas de casi todo el mundo, arrastradas por los bancos. Con la excepción de Tokio, todas las plazas bursátiles del mundo acabaron en números rojos, incluido el Ibex español, que tras abrir al alza después de las elecciones del 26-J, se deshinchó y cedió el 1,83%, hasta los 7.645,5 puntos, el nivel más bajo en tres años.

Las pérdidas fueron desde el 2,55% de Londres al 3,9% de Milán. Wall Street también comenzó con tendencia bajista. Son consecuencias del ‘brexit’ y de que algo que era «impensable se ha convertido rápidamente en irreversible», según el semanario británico The Economist.

CRISIS GLOBAL/ El viernes pasado se evaporó un billón de euros de valor bursátil a escala global, el mayor desplome de la historia en un solo un día. Y la tendencia no para, pese a que el secretario del Tesoro de EEUU, Jack Lew, ha asegurado que el impacto del ‘brexit’, no tiene por qué desembocar en una crisis financiera global.

Pero los inversores penalizaron de nuevo a la divisa británica, que retrocedió por debajo de la cota de los 1,32 dólares, al nivel del mínimo de 1985 del viernes pasado. También llegó a perder más del 8% con respecto al euro.

El euro también se depreció, arrastrado por la crisis nacida en el Reino Unido y solo consiguió imponerse a la corona noruega y a la libra. El Banco Central Europeo (BCE) fijó el cambio medio de la divisa europea en 1,0998 dólares.

De poco han servido los llamamientos del ministro de Finanzas británico, George Osborne, que aseguró que el Reino Unido está «preparado» para asumir las consecuencias del ‘brexit’. También la Corporación de la City de Londres, el gobierno municipal del distrito financiero, ha asegurado que presionará al Gobierno para «preservar al máximo» la actual relación con la UE.

Pero los augurios no son buenos. El inversor estadounidense de origen húngaro George Soros estimó que la salida de Reino Unido del ‘club comunitario’ podría causar una depreciación de la libra de entre el 15% y el 20%. También Bank of America Merril Lynch ha advertido en un informe de que el ‘brexit’ desencadenará una recesión en el país británico, así como una ralentización en Europa. Y todo ello no hace más que desatar el nerviosismo inversor.

Los bancos fueron ayer una de las principales víctimas en las bolsas europeas. En la de Londres, el Barclays y Royal Bank of Scotland (RBS) fueron de los más afectados. En la bolsa española las pérdidas las encabezó IAG, consorcio con British Airways en el que está integrado Iberia (17,94%); seguido de Ferrovial (-6,85%), también con gran exposición al Reino Unido.

El ‘brexit’ llevó a la agencia Standard & Poor’s (S&P) a retirar la máxima nota a la deuda del Reino Unido (triple A) y a degradarla dos escalones de golpe, algo poco habitual, hasta el nivel AA y con perspectiva negativa. «Es un evento fundamental que llevará a un marco político menos predecible, estable y efectivo en el Reino Unido», argumentó la firma. H