La industria del automóvil española sigue cosechando los frutos de los acuerdos de competitividad firmados entre las multinacionales y los trabajadores. El grupo alemán Volkswagen (Vw) ha concretado sus planes para la fábrica de Navarra, para la que ha anunciado una inversión de casi 1.000 millones, algo más alta de lo que había apuntado inicialmente, y la creación de 450 empleos hasta el 2019.

La inversión irá destinada a la producción de la nueva generación del utilitario superventas Polo a partir del 2017 así como a la fabricación de un todocamino (SUV) en el 2018. Con estos modelos, el volumen de producción de la factoría de Pamplona crecerá de las 298.358 unidades del 2015 a unas 350.000, lo que supondría igualar el récord del 2011 y exprimir el potencial de las nuevas medidas de flexibilidad interna pactadas para que la planta esté operativa todos los días de la semana y casi sin pausas. De hecho, actualmente la línea de producción funciona a un ritmo de 1.451 coches al día con tres turnos gracias a la organización de las pausas entre turnos que evita parones y con una cadencia muy elevada que apenas deja espacio entre coche y coche en la cadena de montaje.

El vicepresidente mundial de compras de Volkswagen, Francisco Javier García -Sanz, aseguró ayer, en un acto celebrado en Pamplona con la presencia de los Reyes, que la planta navarra vive «un momento histórico» en el que «España es un país clave» en la estrategia del grupo. Todo ello a pesar del recorte en los gastos y en algunas inversiones que ha puesto en marcha la multinacional para hacer frente a la factura del engaño en las emisiones de sus motores diésel.

DISCURSO REAL

Los reyes Don Felipe y Doña Letizia mostraron su apoyo al anuncio de inversión en un acto cargado de simbolismo al producirse tres días después de las elecciones generale. Por parte del Ejecutivo acudió la ministra en funciones de Agricultura, Isabel García Tejerina. El Rey aprovechó su discurso para recordar que «la creación de empleo representa una auténtica prioridad nacional».

La inversión de Volkswagen en Navarra puede beneficiar de rebote a la planta de Seat en Martorell, a la que los sindicatos han pedido que se transfiera cualquier excedente de producción de Navarra.