Uno de los videojuegos más artesanales creados en los últimos años en España tiene sello aragonés. La firma turolense Teku Studios, fundada en el 2012 por Jose Antonio Gutiérrez y Miguel Vallés, acaba de lanzar Candle, realizado íntegramente a partir de acuarelas pintadas a mano. Si este juego ha podido ver la luz tras cuatro años de duro e intenso trabajo ha sido gracias al tesón de sus dos impulsores. «Ha habido momentos complicados en los que lo más fácil hubiera sido tirar la toalla, pero somos muy cabezones», bromea Gutiérrez, diseñador y director de arte de Candle.

Estos dos amantes de los videojuegos se conocieron en un colegio mayor de Teruel allá por el 2008 y tres años después ya estaban trabajando en los primeros diseños. Con esa idea originaria, que surgió antes de pensar en poner en marcha la empresa, se llevaron en el 2011 un concurso de emprendedores de la Universidad de Zaragoza, lo que les permitió comprar sus primeros equipos. «Un año después ganamos el concurso Idea y como ya contamos con algo más de dinero decidimos tomárnoslo más en serio y constituir la firma», explica Gutiérrez. De hecho, al poco tiempo se instalaron en una oficina del CEEI de Teruel y contrataron a otro artista y a otro ingeniero informático. «En el videojuego hemos llegado a trabajar al mismo tiempo hasta doce personas, seis de ellas desde Teruel», destaca el diseñador.

El proyecto fue ganando en dimensión poco a poco, a pesar de que el camino fue tortuoso. «Nos ha costado obtener financiación porque este sector es un gran ignorado», lamenta Gutiérrez. No en vano, en el 2013 tuvieron que lanzar una campaña de crowfunding con la que lograron cerca de 50.000 euros. «Nos sirvieron para el primer año, luego ya tuvimos que tirar de bancos», explica Gutiérrez, que lamenta que la mitad de lo invertido se ha ido en impuestos.

Ahora estos jóvenes emprendedores (ambos tienen 26 años) confían en poder recoger los frutos. De momento, esta «aventura gráfica dinámica» atesora muy buenas críticas, tanto de la prensa especializada como de los usuarios. De hecho, fue su alta calidad la que hizo que hace un año se interesara por él una importante empresa del sector, Daedalic, que es la que lanzó el juego en diez idiomas el pasado 11 de noviembre.

Primero se ha distribuido en formato PC, pero más pronto que tarde se lanzará también para consolas. «No todo el mundo puede acceder a este sector, por eso estamos tan satisfechos», apunta Gutiérrez, que indica que ahora compensa haber estado trabajando casi todos los días durante el último año. No hay que olvidar que cada escenario y cada animación (miles de ellos) han sido dibujados y pintados en acuarela antes de digitalizarse para unirlos en el ordenador.

Un aprendiz de brujo

Su obra combina los juegos de aventuras con los de enigmas, puzzles y acertijos. «Hemos cogido lo que más nos gusta de nuestros juegos favoritos», señala. Candle está protagonizado por un aprendiz de brujo amenazado por diversos adversarios, que le pueden hacer morir de muchas maneras y a los que tendrá que esquivar mediante su ingenio, aprovechando las herramientas que encontrará por el camino.

De cara al futuro, la compañía, que en el 2014 también ganó el premio Emprendedor XXI de La Caixa, apuesta por seguir creando juegos «diferentes» en los que la factura artesanal sea la protagonista. «No sabemos si volveremos a trabajar con acuarela, pero ese lado artístico y hecho a mano seguirá estando en nuestros próximos trabajos», concluye Gutiérrez.