Hace 18 meses Saica no tenía ni una sola fábrica en el sector del embalaje flexible. Hoy, tras las cuatro operaciones de compra que ha protagonizado en menos de un año y medio, ya cuenta con 12. El grupo papelero aragonés dio ayer un paso más en su proceso de diversificación al anunciar la adquisición de otras dos factorías de envoltorios plásticos: Schut y Hellema. La operación, cuyo importe no fue desvelado, también incluye la compra de la firma distribuidora Lemapack. En total, las tres empresas del grupo Flexible Packaging Holding emplean a 100 personas y facturan 53 millones de euros.

La nueva operación reafirma la fuerte apuesta de Saica por el embalaje flexible, tal y como destacó ayer a este diario su presidente, Ramón Alejandro. «Creemos que tiene un potencial de crecimiento importante y, además, sus clientes finales (de alimentación, bebidas o detergentes, principalmente) son los mismos que los del sector del cartón», destacó Alejandro, que apuntó que «ahora lo que debemos hacer es asentarnos en la actividad».

Su aterrizaje en esta industria se produjo en junio del 2015, cuando adquirió el grupo Polibol-Bolfor, con plantas en Zaragoza y Madrid y unos 150 trabajadores. Un año después se hizo con la italiana Centroplast, que emplea a 235 personas en sus dos centros de producción de Italia y Luxemburgo, mientras que el pasado octubre anunció la compra del grupo Americk Packaging, con seis fábricas de embalaje en Reino Unido e Irlanda y casi 700 empleados.

Con esta nueva operación, además, el grupo aragonés se posiciona por por primera vez en Holanda.

Schut, uno de los fabricantes de envases más antiguos de los Países Bajos, produce embalaje flexible para la industria de la alimentación y del tabaco y emplea a unas 70 personas, mientras que Hellema trabaja sobre todo para el sector panadero y cuenta con 30 trabajadores. Por su parte, Lemapack ofrece soluciones de embalaje a clientes de todo el mundo y factura 19,6 millones.