Laus ha vuelto a nacer. La bodega de Barbastro, que en marzo del 2015 entró en concurso de acreedores y que en mayo del año pasado fue rescatada por un inversor mexicano y la familia Nozaleda (propietaria de Enate), comienza una nueva andadura con el claro objetivo de recuperar «lo que en su día fue Laus», tal y como indicó ayer el presidente del consejo de administración de la bodega, Luis Nozaleda. Para ello, ha decidido renovar casi por completo su imagen y también sus vinos, buscando atraer a un público más joven.

«Queremos posicionarnos en un lugar en el que en este momento no está nadie, al menos en el Somontano, y dirigirnos a los denominados millennials», destacó Nozaleda durante el acto de presentación del proyecto. Siguiendo este criterio, la política comercial de Laus se centrará sobre todo en las grandes superficies y también en el mercado exterior.

En este sentido, la firma cuenta con un valor añadido muy importante: podrá aprovechar la estructura y experiencia de Enate, que exporta el 40% de su producción a medio centenar de países.

Laus, que a pesar de sus problemas nunca ha dejado de vender vino (aunque sea poco), ha lanzado este año una producción de 500.000 botellas, entre su blanco, su rosado y los cuatro tintos (tres jóvenes y tres barricas). Con todo, la capacidad de la bodega alcanza los tres millones de botellas.

Nozaleda, propietario también del grupo Nozar, se mostró muy cauto y no quiso aventurar el crecimiento previsto para los próximos años. «Queremos ir poco a poco y que sea el mercado el que nos vaya marcando el camino», dijo el empresario, muy prudente, quizá, por su propia experiencia: «Una empresa se destruye en poco tiempo, mientras que crearla requiere de mucho esfuerzo», dijo en clara alusión a Nozar.

Aunque no se marcó objetivos, el reto a largo plazo es alcanzar esos tres millones de botellas. Actualmente, Enate comercializa 2,7 millones y emplea a 70 personas, frente a las 13 de Laus.

ENOTURISMO / «La relación calidad-precio de los vinos (entre 4 y 8 euros) y su frescura puede conectar muy bien con la gente de entre 25 y 39 años, que representan el 30% de los consumidores de vino», dijo Nozaleda, que subrayó que la bodega también quiere potenciar el enoturismo. Así, se han actualizado las instalaciones y preparado nuevos recorridos para las visitas guiadas.

La familia Nozaleda, con el 25% de las acciones de Laus, y el inversor mexicano próximo al grupo aragonés, con el 50%, realizaron en mayo del 2016 una ampliación de capital de 1,3 millones. El 25% restante es de la familia Zozaya, fundadora de Laus.