En el debate sobre la viabilidad del sistema de pensiones en España hay un elemento que también debería tenerse en cuenta: los pensionistas también pagan impuestos, y no solo los indirectos, como el IVA como todos los compradores, sino que aportan cada año un porcentaje importante de la recaudación del IRPF.

Concretamente, según los datos del último informe anual de recaudación tributaria de la Agencia Tributaria (AEAT), correspondientes al ejercicio del 2016, las retenciones sobre las pensiones aportaron 9.698 millones del total de los 65.289 millones recaudados por IRPF ese año. Esa cifra equivale casi al 15% de los ingresos por este impuesto (14,8% para ser exactos).

Además, se trata de un porcentaje que no para de aumentar año a año. La aportación de los jubilados en el 2026 está más de dos puntos por encima de lo que supuso la recaudación por este concepto en el 2012. Dicho de otra manera, parte de lo que el Estado paga a los pensionistas a través de la Seguridad Social, basándose en sus cotizaciones durante años, lo recupera vía impuestos por otros canales, un hecho a tener en cuenta de cara al futuro.

Este fenómeno lo han comprobado de forma muy evidente algunos pensionistas. Sobre todo cuando reciben la carta anual del Gobierno en la que les informa de la subida porcentual anual de la pensión, y ven el resultado final en euros de la prestación «aumentada» cuando se le aplica la retención del IRPF.

MOTIVOS DEL AUMENTO

Entre los motivos de este aumento figura el incremento de la cifra de pensionistas. En los últimos cinco años se ha pasado de 8,7 millones de jubilados a 9,1 millones en el 2016. El segundo motivo es el aumento de las prestaciones que cobran los nuevos pensionistas. Dado que sus carreras de cotización han sido más largas que las de sus predecesores y cobraron mayores sueldos y pagaron más que los pensionistas de hace una década, ahora tienen derecho a ingresar pensiones más elevadas.

ENVEJECIMIENTO

Otra de las causas del mayor protagonismo de las pensiones en la recaudación de impuestos es que la cifra de jubilados crece a mucha mayor velocidad que la de asalariados, y lo mismo sucede con los ingresos de ambos colectivos. Así, mientras que el total de las rentas de los salarios aumentó en 18.613 millones de euros entre el 2012 y el 2016 (un 5,8%), las rentas de los pensionistas lo hicieron en 14.955 millones (12,9%). Y todo ello a pesar de que el incremento en cifras absolutas de pensionistas (406.000) y asalariados a tiempo completo (522.000) no fue tan dispar. Al final ha resultado que en el 2016 las retenciones del trabajo devengadas por los asalariados (públicos y privados) fueron aún inferiores a las del 2012, mientras que las de los pensionistas aportaron 1.545 millones más que respecto al mismo ejercicio.

Otra de las causas que explican porque cada vez son más importantes las pensiones en el conjunto de recaudación de impuestos es que los sueldos han tendido a estancarse durante la crisis. Además casi hasta el 2015 la cifra de ocupados no paró de reducirse.

MÁS MILEURISTAS

Un dato que corrobora que hay más trabajadores que cobran cada vez menos es el de las personas con rentas sujetas a retención que no han tenido que hacer la declaración anual porque sus cuantías de ingresos estaban por debajo del umbral en el que ya no existe obligación de presentar declaración. En el 2016 este colectivo, que no llega ni a mileurista (ingresos de menos de 12.000 euros al año), superó los 5 millones de personas. Se trata de un incremento del 6,7% que la propia Agencia destaca como muy elevado en su informe.

Según el informe de la Agencia Tributaria, la renta media sujeta a retenciones en el 2016, estimada en base a fuentes tributarias, subió un 1,6%, «ligeramente menos que en el 2015». El salario medio reflejó muy leves variaciones «con un incremento del 0,6% que superó en dos décimas al observado en el 2015.». En cuanto a las pensiones, la media «aumentó un 2,9%, por el alza de las pensiones privadas».