El euro sigue su escalada. La cotización del euro frente al dólar continuó fortaleciéndose ayer lunes, hasta acercarse a la frontera de los 1,20 dólares, en máximos desde enero de 2015. Todo ello sudece después de que el cónclave de banqueros centrales celebrado en Jackson Hole la semana pasada no sirviera para despejar las incógnitas sobre los próximos pasos a seguir por el Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal (Fed) en materia monetaria.

En concreto, el euro llegaba a marcar este lunes un cambio de 1,1963 dólares, mientras que el Banco Central Europeo fijó después el cambio oficial respecto del billete verde en 1,1925 dólares (el 1% más respecto de la jornada anterior). Eso significa que la divisa europea alcanza el nivel más alto desde el 2 de enero del año 2015.

Según el cambio oficial marcado ayer, en lo que va de año la moneda europea se ha revalorizado el 14,83% desde el valor de inicios de año (1,0465 dólares), mientras que la subida es del 15,06% desde el mínimo registrado por el billete verde el 20 de diciembre del 2016 (1,0364 dólares). La moneda común europea también se reforzó ayer lunes en su cruce frente a la libra esterlina, con un cambio oficial de 0,92328 libras, y del yen Japonés (130,34 yenes).

LOS MOTIVOS

En Jackson Hole (el remoto valle de EEUU que acoge anualmente el encuentro de los responsables bancarios más importantes) , la presidenta de la Reserva Federal (Fed), Janet Yellen, evitó dar pistas sobre la política monetaria de Estados Unidos, y pronunció un discurso que se basó casi en su totalidad en una defensa de las reformas regulatorias implementadas desde la crisis y una advertencia contra su eliminación. «Las reformas implementadas después de la crisis del 2007 al 2009 han fortalecido el sistema financiero sin obstaculizar el crecimiento económico, y cualquier cambio futuro debería ser modesto», apuntó la presidenta de la Reserva Federal.

Los analistas, sin embargo, esperaban otras palabras. La previsión era obtener pistas sobre la reducción de balance de la Reserva Federal, en la que además parece haber división interna sobre cómo actuar frente a las expectativas de inflación en Estados Unidos: los últimos datos de subidas de precios parecen alejar una nueva subida de tipos.

Tampoco el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, entró a desgranar los planes del regulador en materia de política monetaria. La entidad con sede en Fráncfort mantiene los estímulos para dar brío a la economía del continente, que ya empieza a tomar altura. En su discurso, el italiano afirmó que la «recuperación global se está reforzando», particularmente en Estados Unidos, mientras que en Europa se encuentra «en una fase más inicial».

Esta indefinición de los máximos responsables de los organismos reguladores se está traduciendo, de momento, en un euro fuerte respecto al dólar.