El presidente y consejero delegado de Opel, Michael Lohscheller, puso ayer como ejemplo el acuerdo alcanzado recientemente en la fábrica de Figueruelas ante los trabajadores de las plantas alemanas para pedirles una mayor flexibilidad y preparales para una posible reducción de costes. El directivo recordó que los empleados de la factoría zaragozana aceptaron el nuevo convenio, en el que se recogen medidas de flexibilidad, así como aumentos salariales por debajo del IPC.

Según Lohscheller, la reducción de costes ha asegurado el futuro de la planta aragonesa y permitirá que se fabrique allí en exclusiva la nueva versión del Corsa, además de una variante de propulsión eléctrica.

Opel negocia desde diciembre con el sindicato metalúrgico alemán IG Metall el futuro de las plantas alemanas de Rüsselsheim, Kaiserslautern y Eisenach, en las que trabajan unas 19.000 personas. «Hemos resuelto sin demora medidas de corto plazo, como la reducción de la semana laboral y prejubilaciones, además de un proceso estructurado para ver cómo avanzamos. Soy optimista de que podremos obtener soluciones junto con los demás actores sociales», aseguró el máximo responsable de la firma.

Lohscheller anunció una revisión de costes de cada una de las centrales alemanas. «Tenemos que bajar los costes laborales y queremos hacerlo con el mejor impacto social. Debemos encontrar soluciones individuales para cada planta», dijo el presidente de Opel, que recordó que la compañía no arroja ganancias desde 1999.

PLAN COMERCIAL

El máximo dirigente de la marca dijo que tiene grandes expectativas en las nuevas ofertas de financiación de la remozada subsidiaria financiera y en los nuevos modelos como la pequeña furgoneta presentada recientemente: «La Combo es una gran oportunidad de avanzar porque hasta ahora no estábamos tan presentes en este segmento». Los nuevos modelos derivados de la cooperación con PSA pueden ser vendidos sin restricciones en todo el mundo, destacó. «Quiero que aumentemos nuestra cuota de exportación y reduzcamos gradualmente la dependencia de Europa», concluyó Lohscheller.