El expresidente del BBVA, Francisco González, ha sido el encargado de inaugurar la segunda ronda de declaraciones acordadas por el juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón en relación con los contratos firmados por la entidad bancaria con la empresa de seguridad del excomisario José Manuel Villarejo, principal imputado del 'caso Tándem', en el que se investigan las cloacas policiales.

Al término de su comparecencia, como imputado por los delitos de cohecho y descubrimiento y revelación de secretos, González se dirigió a los medios para asegurar que "cuando termine la investigación quedará muy claro que el grupo BBVA y sus directivos han trabajado siempre integra y de manera ejemplar, sin perjuicio de alguna conducta individual" que haya podido ser "irregular".

Tras declarar a lo largo de algo más de dos horas y media en la Audiencia Nacional, sostuvo que el BBVA "es una gran institución internacional, enormemente respetada que trabaja en beneficio de sus clientes y accionistas y presta servicios relevantes a la sociedad".

No quiso dar más detalles sobre lo que había contestado a los fiscales del caso, Miguel Serrano e Ignacio Stampa, ni al magistrado, amparándose en que la causa sigue secreta. Sí añadió que después de que se abriera esta pieza en el 'caso Villarejo', emitió un comunicado para mostrar su disposición a colaborar con la justicia "con toda transparencia y claridad". Afirmó que Anticorrupción no había solicitado ninguna medida cautelar para él.

SEÑALADO

Su testimonio era imprescindible desde el momento en que se oyó al que jefe de Seguridad del banco Julio Corrochano decir que informaba al "presi" cada 10 o 15 días, lo que se entendió que estaba al tanto de los contratos firmados por Villarejo en 2004, cuando la constructora Sacyr intentó hacerse con el control de la entidad.

Además, el que era presidente de Distrito Castellana Norte Antonio Béjar declaró ante el magistrado que "Villarejo formaba parte del paisaje" del banco y que había oído al propio González remitir a las empresas que Corrochano recomendase contratar.

González dejó la presidencia a finales del año pasado, poco después de que se conociese la relación del banco con el expolicía, y abandonó temporalmente la de honor en marzo, tras resultar imputada la entidad en la causa. En un comunicado, el exbanquero manifestó este miércoles "su plena disposición a colaborar con la Justicia". En esta línea, durante su declaración el lunes responderá a las preguntas del juez, el fiscal y su abogado, al contrario de lo que han hecho la inmensa mayoría de imputados y pese a que la causa está bajo secreto de sumario y por lo tanto no conoce los detalles de la investigación.

El exbanquero también se remitió el miércoles a otra nota que emitió en marzo, en la que defendió que la entidad actuó bajo su mandato "dentro de la más estricta legalidad", algo que habría que "deslindar (de) posibles actuaciones individuales de carácter irregular, si las hubiera".