CaixaBank ha superado los dos millones de clientes que firman con el móvil, a través de la aplicación CaixaBank Sign. Esta cifra se ha duplicado con respecto a octubre del 2019. El crecimiento del uso de esta solución digital móvil se ha acelerado desde la declaración del estado de alarma por el brote del covid e introduce la supresión de la tabla de coordenadas y basa la identificación del usuario en el propio móvil y un segundo elemento que puede ser o la cara, o la huella dactilar o un código privado.

La app de la entidad financiera presidida por Jordi Gual, y cuyo consejero delegado es Gonzalo Gortázar, mejora la seguridad de los pagos digitales con ese sistema integrado de autenticación reforzada, lo que la diferencia de otras aplicaciones del sector financiero, todavía anclados al envío de códigos por SMS. CaixaBank Sign se puede instalar en un único dispositivo por usuario y requiere el uso de la contraseña de acceso a la banca digital para una identificación segura. La tradicional tabla de coordenadas está próxima a su extinción, por lo que los clientes deberán actualizar sus sistemas de acceso a la entidad.

CaixaBank Sign, disponible para Android y iOS, es una aplicación de uso gratuito para los clientes de banca 'on line' de la entidad, que permite globalmente la autentificación de procesos. Al ser una app separada permite un mayor nivel de blindaje de seguridad. No es de uso obligatorio para los clientes, aunque en un futuro próximo sí lo será.

La cuestión que diferencia a esta app de CaixaBank de otras es que no requiere código de autorización que puedas compartir con nadie. Para acceder a la misma se puede hacer por reconocimiento facial, huella dactilar o usuario/password. Con un solo click se autorizan las operaciones. Es válida tanto para particulares como para empresas. Más de siete millones de clientes de CaixaBank utilizan la banca 'on line' de la entidad, también a través de aplicación web, pero el nuevo sistema CaixaBank Sign es el que se va a imponer. La batalla por los medios de pago con móvil está servida y cada entidad está diseñando sus estrategias con apps propias, que son un elemento fundamental para fidelizar a los clientes y acostumbrarles a las nuevas herramientas financieras.