La segunda reunión de negociación por el ere de Ferroatlántica ha sido "frustrante". Así la ha definido el comité de la empresa después de que la dirección haya planteado "cuestiones de baja importancia" y no haya querido "entrar en las cuestiones de calado". Por otro lado, ante las razones que ha expuesto la empresa, han expresado que están convencidos de que "se pretende crear una imagen negativa artificial de Monzón, con el fin de justificar su memoria y su decisión de presentar un ere". "No encontramos otra explicación". Se trata de la segunda reunión de negociación (tercera en el global) que pretende evitar o reducir, al menos, los 63 despidos que hay previstos para la planta de Monzón.

Entre los argumentos del grupo Ferroglobe, señala el comité, se han incluido los costes de la logística cuya postura al respecto es de que cada planta se haga responsable de los suyos "en vez de repartirlos solidariamente entre el grupo". Así como también han criticado desde el comité la afectación de los costes generales que "han subido y mucho". "No hay trasparencia en las cuentas para saber si se nos trata igual que al resto, o somos nosotros los que pagamos hasta lo que no es nuestro", añaden.

La empresa también ha alegado que el precio de la energía se va a encarecer, que la venta del material terminado "irá a menos por la falta de demanda cuando todo indica que al entrar las renovables se abaratará". Los trabajadores insisten en que el grupo debe presentar un plan industrial que permita "ser competitivos y tener un futuro industrial". "Estamos demandando un plan de inversiones que sustente ese plan industrial, insistimos en que, con la planta tal cual está actualmente fruto de la desinversión paulatina que se ha llevado interesadamente año tras año, no podremos ser competitivos nunca", aseguran desde el comité de Ferroatlántica.

La próxima reunión será el día 29. Una cita importante, además porque coincide con la huelga convocada por los empleados de la planta montisonense y la concentración en Madrid. "Va a ser el primer termómetro que va a tener la empresa para medirnos. Si fracasamos en eso, la empresa no nos tomará en serio y perderemos argumentos para defender los puestos de trabajo", afirman, llamando a la participación en las protestas. "Es imprescindible que la huelga sea un éxito, que la dirección vea que la plantilla esta ofendida, que no es justo este ere, que estamos pagando los errores de otros y que esta, si no hay un plan industrial, solo será la primera de una serie de movilizaciones", añaden. Por otra parte, también están negociando los servicios mínimos para ese día.