El nuevo paradigma económico ya está aquí, lleva varios años y vino para quedarse. La aparición de la bolsa digital y la inversión en bitcoins y criptomonedas se ha acelerado en los últimos años, y más a raíz de la crisis sanitaria. «La pandemia ha ayudado mucho a invertir en criptomonedas y en los pagos de valores de la bolsa. Todo es más fácil con esta aplicación, ya que no necesitas un intermediario ni un perfil inversor. Siempre ha existido el trading, que es el que compra y vende, que trabaja en ese negocio, el de la especulación, lo que pasa que ahora la gente se ha aficionado bastante a esta inversión», señala el abogado Javier Pérez, del despacho Puigdomenech Pérez Abogados y Asesores.

Los canales de publicidad y distribución también han cambiado de rumbo, lo que posibilita que «cada vez entren más personas», según el abogado Juan Romero Ruiz. En este sentido, el campo de las criptomonedas ha alcanzado su culmen, cuyo sistema «está llegando más al uso de la gente, lo que significa que cuando todo el mundo sabe del negocio, deja de ser un negocio», expresa Ruiz.

Si algo caracteriza a este mercado es el valor de las monedas digitales, con constantes deflaciones e inflaciones. «Un día puedes ganar 1.000 euros y otro perder 3.000», avisa Pérez. Por ello, este abogado recomienda a los usuarios invertir «un dinero que puedas perder, un dinero que no te importe perderlo». «Sobre todo las criptomonedas, son valores muy intangibles», recuerda.

En esta misma línea también van los consejos de Juan Romero, señalando que lo primero que hay que tener en cuenta es que «te estás metiendo en un producto que no está respaldado por un bien tangible». «El dinero normal se respaldaba con un patrón multidivisas, como el dólar en Estados Unidos, pero el bitcoin… Nadie lo controla y lo regula. No es más que la confianza entre los usuarios, y puede dejar de tener valor», asevera Ruiz. Además, enfatiza que se trata de un producto «con muchísimo riesgo y que se define como una enorme burbuja».

Afloran las estafas

Como cualquier inversión económica, tiene sus riesgos. Al tratarse de un producto de alta especulación, según informan estos abogados, el principal problema que detectan es que afloran las estafas. Muchos de los casos atendidos en ambos bufetes tienen que ver con esta problemática. «Vemos muchos delitos de estafas, y a efectos prácticos son delitos irrastreables. Las personas que invierten en estas monedas digitales están asumiendo un enorme riesgo, ya que tienen unas variaciones muy altas de entre 3.000 y 4.000 euros. Lo único que lo respalda es la confianza entre los usuarios», recalca Ruiz. «El principal problema es que al tratarse de un mercado en auge hay muchas plataformas que se han aprovechado, y ha habido mucha estafa piramidal», informa Javier Pérez. En este contexto, cree que la «ignorancia» ha sido una de las principales causas. «Mucha gente no inversora ha escuchado que se gana mucho dinero y decide invertir, pero no es así del todo», aclara Pérez.

Por otro lado, ambos informan de que otro de los problemas que afrontan las personas que invierten en bitcoins es el aspecto tributario, de cómo presentarlo ante Hacienda. «La gente no sabe como tributar, no está regularizado al 100%, aunque ya han dicho que acabará apareciendo en la renta. Y por ello tienen que contactar con gestores profesionales que lleven gestiones de criptomonedas», añade Pérez.

El bitcoin nació con el objetivo de «ser un toquen, un intermediario que no dependiera de bancos y entidades supranacionales y que facilitara las transacciones entre personas sin pasar por la banca, pero la realidad, a día de hoy, es que se ha convertido en un producto de reserva, un valor de refugio», concluye Juan Romero.

Estafan a una persona en Zaragoza 150.000 euros

La inversión en criptomonedas y bitcoins no produce siempre beneficios, hay que tenerlo muy en cuenta. Así lo alertan los abogados y asesores especializados del sector, que recomiendan conocer muy bien el mercado antes de lanzarse a él. La estafa es el principal peligro al que se enfrentan los inversores de la bolsa digital. En Zaragoza, a una persona le estafaron 150.000 euros en sus inversiones en bitcoins, un caso que fue llevado por el abogado Juan Romero Ruiz.

«A grosso modo, era un fondo de inversión para bitcoin, ofrecían unos ingresos del 10% mensual, tenían una página web y sede en Malta», explica Ruiz sobre el origen del problema y de la página responsable. «Para los usuarios aparecía crecimiento económico pero no les dejaban sacar el dinero, ya que les exigían estar un plazo mínimo, también les ofrecían beneficios si traían a otras personas, claro ejemplo de estafas ponzi (forma de estafa que atrae a los inversores y paga utilidades a los inversores anteriores con fondos de inversores más recientes)», añadió este abogado.

«En este caso mi cliente es un jubilado, con el que contactaron por vía telefónica. La página web y el resto de datos están siendo investigados por la Policía», apostilló sobre la seriedad que había adquirido el caso, algo muy habitual entre los clientes de este sistema. Además, el origen de las plataformas, extranjeras muchas de ellas, dificulta la labor. «Lo único que puedo adelantar es que el anonimato del bitcoin, y que la mayoría de las casas de intercambio y fondos de inversión tienen sus sedes en el extranjero, dificulta enormemente que se pueda recuperar el dinero», aseveró Ruiz.

El despacho Puigdomenech Pérez Abogados y Asesores también han notificado casos de estafas en los últimos meses que han acabado en los tribunales. De hecho, según explica Javier Pérez, uno de los responsables del bufete, hace un mes y medio tuvieron que presentar una querella, una denuncia colectiva ante una empresa de criptomonedas que había estafado a varias personas, y cuyo proceso se encuentra ahora «en la Audiencia Nacional». Al igual que comentó Ruiz, el origen de la misma vuelve a ser uno de los impedimentos.