Después de un lustro de intentos y bloqueos, representantes del Parlamento Europeo y del Consejo ha logrado cerrar este martes un acuerdo provisional sobre la directiva que forzará a las multinacionales y a sus subsidiarias, que facturen más de 750 millones de euros anuales durante dos ejercicios consecutivos, a declarar sus beneficios país por país así como el montante de impuestos abonados en cada Estado miembro lo que supondrá un paso de gigante en la lucha contra la evasión fiscal y la transparencia fiscal.

“La elusión del impuesto sobre sociedades y la planificación fiscal agresiva por parte de las grandes empresas multinacionales privan a los países de la Unión Europea más de 50.000 millones de ingresos anuales. Estas prácticas se ven facilitadas por la ausencia de obligación para las grandes multinacionales de informar sobre dónde obtienen beneficios y donde pagan impuestos país por país. Es más crucial que nunca exigir una transparencia financiera significativa”, ha celebrado el ministro portugués Pedro Siza.

“Nos hubiera gustado ver una posición más sólida sobre la transparencia del Consejo” pero “tras cinco años esperando hemos conseguido acercar posiciones sobre la obligación de informar, la accesibilidad a la información, la duración de la cláusula de salvaguarda y los términos de la cláusula de revisión por mencionar algunos”, ha indicado el eurodiputado y negociador, el socialista español Iban García del Blanco, sobre un acuerdo provisional que ahora tendrá que ser avalado por la comisión de asuntos económicos y jurídicos del Parlamento y el Consejo. Posteriormente, los Estados miembros tendrán 18 meses para incorporar la directiva a sus respectivas legislaciones nacionales.

También los paraísos fiscales

Según el acuerdo, todas las empresas o sus subsidiarias con un volumen de negocio superior a los 750 millones de euros durante dos años consecutivos tendrán que informar, entre otras cuestiones, del número de empleados, el volumen de negocio neto, los beneficios o pérdidas antes de impuestos, el impuesto de sociedades pagado y la naturaleza de sus actividades de la compañía por Estados miembro. Además, también estarán obligadas a revelar estos detalles de los países que figuran en las jurisdicciones no cooperativas de la UE (la lista negra y gris de paraísos fiscales) aunque para el resto de países las empresas podrán presentadas cifras agregadas.

La norma, que fue presentada en abril de 2016 a cuenta de los escándalos como los Papeles de Panamá o el Luxleaks, supondrá, según ha destacado el eurodiputado Ernest Urtasun (Catalunya en Comú), que “la gente podrá saber cuántos impuestos pagan las grandes empresas y dónde”, ha celebrado sobre lo que considera “una victoria” en materia de transparencia fiscal porque ayudará a que las multinacionales terminen con las prácticas agresivas de planificación fiscal y el traslado de beneficios.