Las consecuencias de las ingentes emisiones de CO₂ desde la década de los ochenta han sido las sequías, las desertificaciones y algunos desastres meteorológicos de gran alcance. La OMS asegura que cada década que pasa es más y más cálida que la anterior, con un calentamiento anual que oscila entre los 0,1 °C y 0,3 °C. Por este motivo se hace acuciante tomar medidas para proteger nuestros ecosistemas, nuestros pueblos y ciudades. Y la única solución es impulsar medidas y acciones sostenibles que nos permitan frenar el calentamiento global. Lo tienen claro grandes empresas como Banco Santander, que lleva tiempo trabajando para combatir y revertir los efectos del cambio climático. La entidad, de hecho, es miembro fundador de la Net Zero Banking Alliance para ayudar a movilizar el apoyo financiero necesario para construir una economía global de emisiones cero y cumplir con los objetivos del Acuerdo de París.

En este sentido, el banco ha hecho públicos sus objetivos de descarbonización y ha creado una hoja de ruta hacia el año 2050 para alcanzar la meta de cero emisiones netas:

1. Alinear su cartera para cumplir los objetivos de París

Los primeros pasos anunciados por la entidad fijan 2030 como el año en el que dejará de prestar servicios financieros a clientes de generación de energía eléctrica cuyos ingresos dependan del carbón térmico en más de un 10% y eliminará por completo su exposición a la minería de carbón en todo el mundo. En los próximos meses, además, el banco compartirá los objetivos de descarbonización para otros sectores relevantes, como los de petróleo y gas, transporte, minería y siderometalurgia.

2. Continuar contribuyendo a la transición hacia una economía verde

La entidad presidida por Ana Botín, que seguirá desarrollando productos verdes para sus clientes –hipotecas verdes, préstamos de eficiencia energética, para la instalación de paneles solares, etc.– mantiene su compromiso de financiar o facilitar la movilización de 120.000 millones de euros en financiación verde entre 2019 y 2025 y de 220.000 millones de euros hasta 2030. Banco Santander es líder mundial en financiación de energías renovables según datos de Dealogic a cierre de 2020, con el respaldo a proyectos de energías renovables de nueva creación ('greenfield') con una capacidad total instalada de 13.765 megavatios (MW), suficiente para suministrar energía a 10,3 millones de hogares y evitar la emisión de 60 millones de toneladas de CO₂. Esta es la línea en la que pretende seguir trabajando con sus clientes para apoyarles en la transición hacia una economía baja en carbono.

3. Reducir la huella medioambiental del banco

Este ambicioso y necesario camino lo lleva tiempo recorriendo Santander, que recientemente ha conseguido uno de sus grandes objetivos: ser 100% neutro en carbono en su propia actividad mediante el uso de energías renovables y otras iniciativas de eficiencia, así como con la compensación de las emisiones restantes. Pero su compromiso en cuanto a su propia huella continúa avanzando con dos metas en el horizonte: eliminar el 100% del plástico innecesario de un solo uso de sus oficinas y edificios corporativos para final de 2021 y que, en 2025, el 100 % de la electricidad que emplea la entidad proceda de fuentes renovables en todos los países en los que opera. De hecho, este último objetivo ya se ha alcanzado en un 60% a nivel global y algunas geografías como España ya lo han cumplido. 

Primeros pasos para alcanzar las cero emisiones netas en 2050

2020: Banco Santander consiguió a finales del año pasado ser 100% neutro en carbono en toda su actividad.

2021: Eliminar los plásticos innecesarios de un solo uso.

2021-2022: Fijación de nuevos objetivos de descarbonización para otros sectores como petróleo y gas, transporte, minería y siderometalurgia.

2030: Llegar a 220.000 millones de euros en financiación verde desde 2019. 

2050: alcanzar las cero emisiones netas