Satisfacción en el sector agroalimentario aragonés por el acuerdo alcanzado entre la Unión Europea y Estados Unidos en torno al litigio Airbus-Boeing, enquistado desde hace casi dos décadas y que ha supuesto en los dos últimos años la imposición de aranceles a las producciones agroalimentarias aragonesas y españolas, junto a las de otros países europeos. De esta manera, Aragón salva 22,4 millones de euros anuales que se consiguieron con la exportación de productos locales al país norteamericano el año pasado, según datos de la Asociación de Industrias de Alimentación de Aragón (AIAA).

La llegada a la Casa Blanca de Joe Biden supuso que hace unos meses quedaran suspendidos esos aranceles hasta el 11 de julio. Unos tributos que imponían un gravamen adicional del 25% en productos agroalimentarios. Ahora el acuerdo se extiende por cinco años más, con el fin de abordar con calma todo lo relacionado con el citado litigio.

El conflicto se deshizo este lunes tras el acuerdo entre la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente de EEUU, Joe Biden. En la práctica, este acuerdo sería definitivo y permanente, y así lo entiende el Gobierno español, que el lunes definía como «paso histórico» el acuerdo alcanzado para «lograr eliminar definitivamente» las tasas extra de exportación.

Según informó el director gerente de la AIAA, José Ignacio Domingo, los productos más afectados en Aragón por los aranceles fueron los vinos, que pasaron de exportar 15 millones de euros en 2019 a 11,8 millones en 2020, y los aceites, cuyo valor de exportación disminuyó desde los 650.000 euros en 2019 a los 300.000 el año pasado. Pero ahora se abre un nuevo horizonte y se mira con optimismo al futuro, puesto que el mercado estadounidense es uno de los más potentes del sector aragonés.

Las Denominaciones de Origen (DO) aragonesas celebraron con positivismo la noticia y esperan que el mercado vuelva a ofrecer garantías sin impuestos de por medio. «Se valora muy positivamente. Que se pueda fomentar la exportación nos interesa mucho y sobre todo en mercados como EEUU donde el vino de garnacha tiene mucha venta», expresó el secretario y director técnico del Consejo Regulador de la DO Campo de Borja, José Ignacio Gracia. El presidente de la denominación de Calatayud, Miguel Arenas, coincidió en que la prórroga de cinco años era una «muy buena noticia que hay que celebrar», aunque apuntó que la subida anterior de Trump no les había afectado mucho, puesto que los vinos que se comercializaban superaban los 14 grados de alcohol.

Desde el Consejo Regulador de la DO de Cariñena señalaron que era una «gran satisfacción» y que la decisión les irá bien «para exportar productos en igualdad de oportunidades», al mismo tiempo que confiaron en que sea «una decisión suficiente y definitiva, y no se produzcan más problemas como este por conflictos ajenos a este mercado».

El mercado de los aceites quizás fue el más afectado. El director técnico del Consejo Regulador de la DO Aceite del Bajo Aragón, Juan Baseda, afirmó valorar «positivamente» el acuerdo porque la imposición de aranceles «fue un duro revés». «A España se le impuso y a otros países como Italia no, y los aceites perdieron competitividad», apostilló. En este sentido, muchos de los productores que trabajan bajo esta distinción, «para ser competitivos redujeron el tamaño del envase buscando compensar los aranceles o mediante otras alternativas». «Tenemos un factor de diferenciación con nuestro producto que, sobre todo, se comercializa o tiene más cabida en la costa oeste de Estados Unidos. Las empresas que trabajan allí apuestan por la internacionalización y la importación de aceites y confían en nosotros», aseveró Baseda.