Un total de 500 trabajadores interinos del SEPE vencen contrato este 30 de junio y no serán renovados. Estos empleados públicos fueron incorporados cuando empezó la pandemia para reforzar las colapsadas oficinas de empleo y ahora la Administración considera que sus servicios ya no son necesarios. A estos 500 eventuales cabe sumar 1.000 más, que también fueron incorporados hace un año para reforzar al SEPE, cuyo contrato vence también este 30 de junio, pero que serán renovados hasta el 30 de septiembre; tal como explican fuentes del Ministerio de Política Territorial y Función Pública.

Actualmente el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) cuenta con una plantilla de 7.900 trabajadores, que a partir de abril del 2020 fueron reforzados con 1.500 nuevos efectivos para capear el tsunami de prestaciones y trámites varios derivados de los millones de trabajadores en erte (hasta 3,5 millones en su pico), nuevos parados y nuevos demandantes de subsidios. Y, un año y medio después, su contrato temporal vence y parte de ellos no serán renovados ya este mes de junio.

Y a partir de aquí empieza el baile de reproches entre instituciones. El Ministerio de Trabajo alega que su intención es que sigan, consideran que durante estos meses han realizado una "labor extraordinaria" y que el SEPE precisa de ellos, en tanto que son pieza "clave" del estado del bienestar. Este ministerio, liderado por Yolanda Díaz, cursa la petición de renovación al Ministerio de Política Territorial y Función Pública, liderado por Miquel Iceta. Este acepta renovar a 1.000 de estos interinos hasta septiembre, pero hay 500 para los que no autoriza la renovación. Aquí, de reojo y sin que nadie la cite expresamente, ambos miran al Ministerio de Hacienda, liderado por María Jesús Montero. Que, como gestora de la caja de los caudales públicos, es la competente para autorizar o denegar cualquier gasto extraordinario.

Rechazo unánime entre la plantilla: "Son necesarios"

El clamor sindical ha sido unánime: rechazo y quejas, pues ese personal todavía creen que son necesarios. El CSIF ha emitido un comunicado en el que "rechaza la decisión" y "avisa que no se podrá asumir la carga de trabajo actual sin el apoyo de estos trabajadores", ha manifestado. "Hasta ahora pensábamos que continuaban, teniendo en cuenta que la prórroga de los ertes es hasta el 30 de septiembre. Es una bestialidad, la situación ha mejorado, pero está lejos de normalizarse", afirma el delegado de CGT en el SEPE Miguel Ángel García. Las oficinas de empleo de la provincia de Barcelona saldrán ahora 70 trabajadores, sobre una plantilla fija de 620 personas; más del 10%.

En verano, coincidiendo con el final del curso escolar, suele haber un repunte de nuevas prestaciones, principalmente de personas con contratos de fijas discontinuas, como monitores o trabajadores de comedor, que se van al paro unos meses hasta que vuelve a empezar el curso. También por la finalización de contratos en muchos oficios, como el de maestros; que acaba el curso y vence su contrato, para luego muchos volver a ser contratados con el reinicio del curso.