El 1 de junio entró en vigor la nueva factura de la luz, y desde entonces el revuelo social ha sido intenso. La subida del precio, además, coincide con los meses de junio y julio, cuando el calor más arrecia y más uso se hace de los aires acondicionados y ventiladores, generando un mayor consumo y un coste elevado a priori. Aun con todo, el consumo de los hogares tipo aragoneses y su potencia se mantiene «estabilizada», «lejos de sus máximos históricos» pero igual que en «los últimos tiempos de la pandemia». Esto quiere decir entre los 3.500 y los 3.900 kilovatios por hora según apuntas fuentes del sector. Con hogar tipo se refiere a una familia de cuatro personas en una casa de 80 o 100 metros cuadrados y que tienen una tarifa media de entorno a los 60 euros al mes.

No obstante, aseguran que es «difícil» establecer una relación entre la subida de los precios y el consumo de los hogares porque «intervienen varios factores como la actividad económica». «Se consume en función de muchas variables y para saber la energía demandada estos días habría que esperar a la lectura de los contadores el mes que viene», señalan.

El año pasado, el precio del mercado eléctrico medio estuvo en unos 33 euros el kW/h. Solo hay que ver lo que ha cambiado el panorama, ascendiendo estos días a los 106,7 euros. Aunque el precio de la luz solo afecta al 33% de la factura, que es la parte de la energía, según apuntan las fuentes consultadas por este diario, habrá que ver cómo evolucionan los recibos eléctricos de los aragoneses.

Los elevados precios afectan en estos momentos a unos 330.000 aragoneses que se encuentran en el mercado regulado de la electricidad en España. Lo que diferencia y separa a los dos entornos mercantiles eléctricos (libre y regulado) es el precio que se cobra por producir electricidad, y en ello salen perdiendo los del regulado que son quienes más sufrirán la nueva tarificación horaria si no saben adaptar su consumo a los tramos más baratos, apuntan.

Mientras tanto, las personas que tienen contratado un servicio en el mercado libre pueden respirar, pero no por mucho tiempo. Los acuerdos actuales incluyen los niveles de precios de 2020 porque así lo decide el comercializador, y por ello no han sufrido todavía la explosión del coste eléctrico. Pero esos convenios podrían renovarse el año que viene y la cosa podría variar.

Las distribuidoras tienen que rentabilizar los impuestos y es posible que se produzca una subida del precio de la luz para unos 600.000 aragoneses, unos 400.000 pertenecen a Endesa y otros 200.000 trabajan con otros operadores.

La escalada de precios actual tiene que ver con el precio de las materias primas, especialmente el gas. A pesar de que en 2020 se registró uno de los precios anuales más bajos en el mercado mayorista de la electricidad en España (33,94 euros el MW por hora), la irrupción de Filomena en los primeros días de 2021 provocó un alza de precios hasta los niveles de 90 euros durante la primera quincena de enero. Desde entonces, y durante todo el mes de febrero, los precios descendieron a niveles incluso inferiores a los de 2020.

Desde los mínimos de febrero hasta la fecha actual, el precio del mercado mayorista en España se ha reencontrado con los niveles de la primera quincena de enero siguiendo una tendencia alcista de forma continuada. La desaparición del carbón en el mix del sector eléctrico deja al ciclo combinado como la tecnología cuyo coste marginal pasa a constituir la referencia del precio en el mercado mayorista. «Están marcando precio para todas las demás, el mercado español es marginalista, y la última central que casa la demanda pone el precio para el resto. El gas en este momento está muy alto de precio en el mercado internacional, porque se está incrementando el consumo en países como Asia», destacan desde el sector eléctrico español.

Las emisiones de CO2 también tienen que ver en la subida del precio de la luz. «Los derechos se han disparado en el mercado internacional y las centrales que operan tienen que incorporarlo a sus costes variables. En los meses venideros seguirá igual porque se espera que estos valores no bajen», avisan.

El pico más alto de demanda eléctrica fue ayer de 36.713 MW

La Red Eléctrica de España (REE) tiene disponible en su página web un gráfico que mide en tiempo real la demanda de consumo eléctrico que está solicitando el país. El pico más alto de energía solicitado ayer fue a las 14.20 horas con una cantidad de 36.713 megavatios (MW), superando levemente la cantidad que había previsto la REE que era de 36.364 MW, y el suministro programado para esa hora en concreto que era de 36.294 MW. Según se puede extraer de la estadística en tiempo real de la institución eléctrica, queda demostrado que el mediodía es la franja horaria de mayor consumo eléctrico en el país. Entre las 12.30 horas y las 15.20 horas se puede comprobar que la ola alcanza su máximo esplendor y es a partir de ahí cuando la curva empieza a descender. La menor cantidad de demanda se registró a las 4.50 horas de la madrugada con 25.281 megavatios de energía solicitada, y ya es entonces a partir de las 5.00 horas cuando el consumo empieza a intensificarse, aunque en esas horas, la tarificación todavía se encuentra en el tramo horario denominado de horas valle, es decir, cuando el coste de la luz se reduce y es más barato consumir energía en el hogar.