–¿En qué momento se encuentra el sector eléctrico?

–El sector eléctrico está viviendo un momento de profundo cambio. Nos encontramos inmersos en un proceso de transformación que quizás sea el más importante de la historia reciente de nuestro país. Un nuevo modelo eléctrico sostenible e inclusivo, más moderno y flexible, dotado de una normativa más actual y con unos objetivos ambiciosos, en cuya consecución tienen que participar las grandes empresas con sus propios recursos y con el apoyo de las aportaciones que recibirá España del Fondo de Recuperación de la Unión Europea. 

–¿Se está preparado para un modelo más sostenible?

–Se presenta ante nosotros una gran oportunidad para acelerar y sentar las bases para que la transición hacia este nuevo modelo suceda. Así lo acreditan las distintas iniciativas puestas en marcha como son la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, la nueva estrategia de Economía Circular, el plan de reducción de emisiones, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, el Segundo Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático, la estrategia de descarbonización a largo plazo y los pasos dados para lograr una industria española en torno al hidrógeno. En este nuevo escenario, el sector eléctrico está jugando un papel fundamental. Las empresas han realineado sus objetivos y estrategia frente al cambio climático, el desarrollo sostenible, el impulso tecnológico y los nuevos desafíos económicos, ambientales y sociales. La nueva realidad pivota sobre el crecimiento de las energías renovables, la digitalización y la conectividad.

–¿Cuáles son los próximos retos de la empresa?

–El plan estratégico de Endesa para los próximos tres años contempla una decidida acción contra el cambio climático y un ambicioso compromiso de descarbonización. Nuestra compañía será en 2022 la eléctrica integrada con menos emisiones de la Península Ibérica. Hemos anunciado un relevante aumento de las inversiones en energías renovables y digitalización de la red, así como en electrificación de la demanda residencial y de sectores como la industria o el transporte. Endesa va a aumentar un 25% el volumen de sus inversiones hasta alcanzar los 7.900 millones de euros. De esta cifra, 3.300 millones estarán destinados a incrementar el parque generador de energía renovable, una cifra que es un 20% más elevada que en el plan precedente.

–¿Qué es lo que se quiere conseguir con dichos cambios?

–Con esta inversión alcanzaremos los 11.500 megavatios (MW) solares, eólicos e hidráulicos a final de 2023. Es decir, en torno a un 50% más respecto a los 7.700 MW con que concluyó el ejercicio de 2020. La inversión en renovables permitirá que el 89% de la producción de energía de Endesa en la Península Ibérica a cierre de 2023 esté libre de emisiones de CO2, seis puntos porcentuales más que en 2020. Esta aceleración de la inversión en renovables permitirá conectar 3.900 MW adicionales de potencia, de los que 3.000 MW serán solares fotovoltaicos y el resto eólicos. Con todo ello, el 62% del parque generador de la compañía en la península será de origen renovable a final de 2023, desde el 45% actual.

 

–¿Se ha trabajado desde Endesa para compensar los efectos negativos del cierre de la central térmica de Andorra?

–Para Aragón, Endesa ha diseñado un ambicioso Plan de Futuro destinado a compensar los efectos del cierre la central térmica de Andorra, a través de diversas medidas concretas para promover el desarrollo de actividades económicas y generación de empleo en la zona. Este Plan prevé una inversión de 1.427 millones de euros y tiene como objetivo la construcción de 1.725 MW de potencia, de los que cuales 1.585 MW corresponderán a plantas fotovoltaicas y 140 MW a parques eólicos. Adicionalmente, se instalarán 160 megavatios de almacenamiento en baterías. El proyecto, que se ha diseñado en tres fases, finalizará en 2026. La realización de estas instalaciones generará 4.014 empleos en la etapa de construcción y 138 empleos durante más de 25 años en las actividades de operación y mantenimiento de las plantas.

 

–¿Qué aspectos se tienen en cuenta a la hora de llevar a cabo los proyectos?

–Todas nuestras instalaciones renovables están acompañadas del modelo CSV (Creación de Valor Compartido) que supone que todos los municipios en los que ubican estos proyectos se ven beneficiados por la colaboración y el apoyo económico de Endesa al desarrollo de medidas de construcción sostenibles, formación y fomento de la empleabilidad local, auditorías energéticas en edificios públicos y proyectos de eficiencia energética, alumbrado e iluminación eficiente y movilidad sostenible entre otros. 

–¿Qué se va a hacer para mejorar la red de distribución eléctrica?

–Para nosotros este es un aspecto muy relevante y para llevar a cabo esta mejora y su digitalización, desde Endesa acabamos de presentar nuestro plan de inversiones para Aragón en el periodo 2022-2024 con un importe que asciende a 215 millones. Una mejora del 17% respecto a nuestro último plan.

–¿Se han lanzado a nuevos sectores?

–Como comentaba al principio, la reconversión del sector energético, la generación renovable, las redes inteligentes, la electrificación de la demanda y la eficiencia energética van a ejercer un efecto arrastre en sectores altamente emisores de CO2, como son el transporte. En este sector a través de Endesa X hemos lanzado un ambicioso plan con la instalación de infraestructura de recarga. Actualmente tenemos en Aragón 38 puntos de recarga operativos y 114 puntos en tramitación, construcción o explotación.

–¿Qué ha supuesto la pandemia para la empresa?

–Ha sido una dura etapa que nos ha tocado vivir y que ha cambiado nuestras prioridades como nunca pudimos imaginar. Ha supuesto un punto de inflexión cuyas consecuencias en lo social y también en lo económico se prolongarán durante mucho tiempo. Para hacer frente a la pandemia y a su impacto, Endesa diseñó y puso en marcha un ambicioso Plan de Responsabilidad Pública que ha movilizado desde marzo 25 millones de euros, distribuidos casi a partes iguales entre ayudas médico-sanitarias en una primera fase hasta junio; y apoyo a pymes, desempleados, y familias y colectivos en situación de vulnerabilidad, en su segunda fase. A través de este plan, que alcanzará a cerca de dos millones de beneficiarios a través de 150 proyectos, tanto Endesa como su fundación, han podido llevar la ayuda donde más se necesita gracias a los acuerdos con casi 800 instituciones nacionales, regionales y locales. Nos hemos dirigido a las mismas zonas y sociedades que nos han ayudado en estas pasadas décadas a industrializar España y hemos colaborado hasta el límite de nuestras posibilidades para que la crisis económica se supere de la manera más rápida para todos.