Repsol concreta su apuesta por el hidrógeno 'verde'. La petrolera se ha comprometido este jueves a invertir 2.549 millones de euros y la instalación de 1.9 gigavatios hasta 2030 para impulsar este nuevo vector tecnológico que pretende ser el acompañante ideal de las renovables para cumplir el objetivo de descarbonizar la economía en el año 2050.

El hidrógeno 'verde' es una tecnología poco competitiva en la actualidad por su elevado precio. Producido a partir de agua, el único residuo que produce el hidrógeno renovable es oxígeno, por lo que se trata de un vector tecnológico plenamente limpio si se combina con otras energías renovables. Si lo hace a partir de combustibles fósiles sería hidrógeno 'gris'.

La petrolera que dirige Josu Jon Imaz consume alrededor del 72% del hidrógeno de España y es, al mismo tiempo, el principal productor del país. Por lo que el objetivo ahora es reconvertir todo ese consumo y producción en energía limpia, sin emisiones. La compañía empleará para ello distintas tecnologías, entre las que destacan la electrólisis, biogás y fotoelectrocatálisis.

La electrolisis es la forma más común de producir esta tecnología renovable que supone separar los elementos de la molécula del agua por medio de la electricidad, en este caso con energía fotovoltaica o eólica. Repsol anunció en septiembre la instalación del primer electrolizador en su refinería de Petronor, en Bilbao, con una capacidad de 2,5 megavatios para abastecerá tanto a la refinería como a algunas instalaciones del Parque Tecnológico de la Margen Izquierda, a partir del segundo semestre de 2022. Además, prevé instalar otro electrolizador de 100 megavatios junto a Enagás y el Ente Vasco de la Energía (EVE) para abastecer a la planta de combustibles sintéticos que se instalará en el puerto de Bilbao.

Además, Repsol está adaptando sus infraestructuras de producción de hidrógeno convencional para obtener hidrógeno renovable a partir de biogás, es decir, a partir de residuos orgánicos como los residuos urbanos, biomasa o distintos subproductos de industrias agrícolas y ganaderas. Además desarrolla junto a su socio Enagás la fotoelectrocatálisis, cuya principal ventaja frente a las soluciones actuales es que sólo es necesario contar con agua y la luz del sol como materias primas.

El atractivo de esta tecnología radica en ser una de las pocas soluciones que existen para descarbonizar aquellos usos que todavía no pueden electrificarse como la gran industria o el transporte pesado. Y, desde el punto de vista del almacenamiento, sirve como respaldo para un futuro sistema eléctrico 100% renovable.

Repsol desplegará proyectos en toda la cadena de valor del hidrógeno renovable para aprovechar todas las sinergias posibles. Actualmente, el 90% del hidrógeno se usa en el sector industrial como materia prima en el refino, en la producción de amoníaco, en la industria del acero y en la química, principalmente.

En el sector de la movilidad, el hidrógeno es uno de los principales componentes en la producción de combustibles para eliminar el azufre en combustibles tradicionales, pero también en la producción de combustibles líquidos con baja huella de carbono, como los biocombustibles y los combustibles sintéticos, principalmente. La petrolera considera que a partir de 2030, el hidrógeno podría ser una alternativa para el transporte pesado mientras que, para el vehículo ligero, la electrificación representará una opción competitiva a medida que se desarrollen las tecnologías de pila de combustible de hidrógeno.