Ferrovial da un paso más en su estrategia para crecer en energía y convertirse en un actor relevante del sector. La compañía acaba de cerrar la adquisición de proyectos de autoconsumo fotovoltaico en desarrollo al fondo británico InfraRed Capital Partners. Esta operación supone el desembarco de la compañía en la producción de energías renovables, que se utilizarán para el suministro de las oficinas con las que Ferrovial cuenta en España y Portugal. Cuando se pongan en marcha, estas instalaciones de autoconsumo fotovoltaicas sumarán una potencia cercana a los 50MW.

Hasta el momento, la apuesta de la compañía presidida por Rafael del Pino en el mundo de las renovables se había limitado a la construcción y desarrollo de proyectos. En este sentido, hace un año resultó adjudicataria de un proyecto para construir una plataforma de hormigón sobre la que se instalará un aerogenerador marino flotante en la costa de Vizcaya. En 2019, la constructora española también mostró su interés por los activos hidráulicos de Ferroglobe, que finalmente acabaron en manos del fondo estadounidense TPG.

Esta operación se enmarca en el Plan Horizon 2020-2024 de la compañía, por el que quiere enfocarse en la promoción, construcción y gestión de infraestructuras sostenibles. Mediante esta estrategia quiere lograr reducir sus emisiones de CO2 el 32% en el año 2030 frente a las de 2009. En este contexto, cabe recordar que el grupo de infraestructuras español puso en marcha a principios de este año una división específica para crecer en este segmento: Ferrovial Construcción Energía, enfocado en la ejecución de proyectos de redes eléctricas y plantas

renovables, como reveló El Economista.

Esta división está capitaneada por María José Esteruelas (ex Abengoa). Su perímetro de crecimiento se centra en los mercados prioritarios para la compañía: España, Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Chile y Polonia. Antes de la creación de esta filial específica, Ferrovial ha realizado diferentes proyectos de redes eléctricas, especialmente en Chile. Su desembarco en este negocio se produjo en 2016, cuando adquirió Transchile Charrúa Transmisión, una empresa que cuenta con 204 kilómetros de redes eléctricas prestando servicio a más de 300.000 hogares.  También mostró su interés por quedarse con las redes que tenían que construir Isolux y Abengoa, pero las negociaciones no llegaron a buen puerto y éstas acabaron en manos del fondo brasileño Starboard Restructuring Partners (SRP) y del estadounidense TPG, respectivamente. En esta nueva filial también integró Siemsa Energía e Industria, especializada en servicios técnicos de energía, petroquímica e industrial, y que sacó así del perímetro del negocio de Servicios, actualmente a la venta.

Desinversión del negocio de servicios

Al hilo de esto, la nueva estrategia de crecimiento se produce de forma paralela a la desinversión del negocio de Servicios en la que Ferrovial lleva inmersa desde el otoño de 2018. En un primer momento, se planteó como una venta conjunta de todo el negocio, que llegó a estar valorada en 3.000 millones de euros, pero finalmente se troceó por geografías y por líneas de negocio ante la diversidad de servicios. La primera parte de esta desinversión llegó en junio del pasado año, cuando cerró la venta de Broadspectrum (su filial en Australia y Nueva Zelanda) a Ventia (Apollo y Cimic-ACS) por unos 300 millones de euros. Este verano ha cerrado la venta de Cespa, su negocio de medioambiente, al grupo alemán Schwarz por 1.133 millones. Ahora, está atando los últimos flecos en las negociaciones con Portobello Capital para desprenderse de su negocio de servicios de infraestructuras por 200 millones.