Grupo Bimbo ha descartado presentar oferta para entrar en el accionariado de Ceralto Siro y allana el camino a Platinum Equity, el fondo controlado por el dueño de los Detroit Pistons, según han confirmado fuentes financieras a El Periódico de España. Este fondo controla desde febrero del pasado año la francesa Biscuit International, propietaria de conocidas marcas de galletas como Arluy, Flora o Rio. Por el momento, según indican las mismas fuentes, es la única propuesta que la compañía tiene sobre la mesa y contemplaría una importante quita de la deuda, que asciende a unos 330 millones de euros. Esta opción cuenta con el beneplácito de la banca acreedora, liderada por el Santander, que considera esta alternativa será más ventajosa para ellos que la entrada de dinero procedente de la SEPI, según indican las mismas fuentes.

Cabe recordar que el grupo de alimentación está inmerso en la búsqueda de un socio minoritario desde principios de este añocuando contrató a la división de banca de inversión de Alantra para que sondeara a los posibles interesados aprovechando el interés de los inversores en la industria alimentaria tras la llegada de la pandemia del coronavirus, un sector que se ha consolidado como refugio ante los vaivenes de la economía. El objetivo de la transacción era contar con más recursos para cumplir con su ambicioso plan estratégico, que pasa por convertirse en un referente mundial en su nicho de negocio y alcanzar los 2.000 millones de euros de facturación en el año 2030. Para ello, la compañía tiene previsto aumentar su apuesta por la innovación (cuenta con un centro propio dedicado a la I+D+i que lanza en torno a 200 productos al año) con un plan de inversión de 128 millones hasta el año 2025.

Cerealto Siro es uno de los grandes grupos nacionales de alimentación, con clientes en Europa y América, sumando 11 plantas de producción en cinco países (España, Portugal, Italia, Reino Unido y México). En España, la compañía es uno de los grandes proveedores de Mercadona, por lo que el visto bueno al nuevo socio por parte del gigante de la distribución es clave para el futuro de Siro, según indican las mismas fuentes consultadas. De hecho, su relación con Mercadona fue uno de los aspectos que más ayudaron a la compañía palentina a impulsar su crecimiento en los últimos años, ya que se convirtió en uno de sus interproveedores de referencia. Sin embargo, el cambio en la política del gigante de la distribución español y la "desconexión de sus interproveedores" ha lastrado las cuentas de la empresa, mientras ha elevado su endeudamiento.

Hace unos años, el modelo de interproveedores de Mercadona garantizaba el éxito a las compañías que conseguían conquistarles para determinados productos, que comercializaban en exclusiva para el grupo lo que animaba a sus interproveedores a llevar a cabo fuertes inversiones para poder hacer frente a la demanda de productos de Mercadona. Sin embargo, en los últimos cinco años su estrategia ha cambiado: ahora no tienen exclusividad con una compañía para un determinado producto, sino que negocian en función de diferentes variables como el precio. Esto ha supuesto que muchos de los interproveedores habituales de la compañía hayan tenido que reorientar su estrategia, refinanciar sus balances o dar entrada a nuevos socios financieros que les apoyen en esta nueva etapa. Este diario contactó con Siro, Alantra y FTI (asesor de la banca acreedora), que declinaron hacer comentarios sobre esta información.

Reestructuración del negocio

En este contexto de turbulencias en la industria de la distribución española, Cerealto Siro anunció en el año 2018 su intención de salir del negocio del pan y la bollería, para lo que puso en marcha un proceso de desinversión de sus actividades productivas, que fue capitaneado por PJT Partners. Esta transacción se acabó de materializar a principios de este año con el traspaso de las fábricas de Medina del Campo (Valladolid) y Briviesca (Burgos) al propio Bimbo y al fabricante italiano Morato, respectivamente. Anteriormente, la compañía palentina se desprendió de sus plantas de El Espinar (Segovia), que acabaron en manos de la catalana Patisart; la de Antequera (Málaga), que también acabó en manos de Morato; y la de Paterna (Valencia), que ha pasado a estar controlada por la andaluza Dulmatesa. Las mismas fuentes consultadas señalan que Bimbo no era uno de los grandes interesados por entrar en el accionariado de esta compañía, pues lo más interesante para su negocio ya lo había incorporado en el proceso anterior. Es más, todas las fuentes coinciden que la compañía tiene mejor encaja para Platinum, que les puede ayudar a resolver su situación financiera y proporcionarles capital para seguir creciendo, pero contando además con los conocimientos de otra compañía del sector.

En cualquier caso, de forma paralela a la búsqueda de un socio, Cerealto Siro también solicitó un crédito de 91 millones de euros al fondo de rescate de la SEPI, al considerar que su negocio se había visto impactado como consecuencia de la pandemia del coronavirus. Durante el pasado ejercicio, la compañía redujo sus pérdidas netas de 14,5 millones a 11,02 millones, pero sus ventas también se redujeron (6,5% menos) hasta los 326,3 millones. El gran problema del grupo, no obstante, es el relacionado con su elevada deuda. En octubre del pasado ejercicio firmó un préstamo sindicado con varios bancos por valor de 311 de millones con un plazo de vencimiento a cinco años, que se dividió en diferentes tramos. Dicho acuerdo contemplaba el cumplimiento de una serie de covenants (cláusulas en el contrato que conllevan una serie de compromisos de la empresa con los acreedores) que, según las mismas fuentes, Siro no ha conseguido alcanzar disparando las alarmas entre los bancos que le concedieron el préstamo (Santander, Caixabank, Rabobank y Sabadell).