"Hay aproximaciones, pero está todo abierto, [...] a la negociación [de la reforma laboral] le quedan unos cuantos capítulos". Este ha sido el resumen que ha hecho el secretario general de CCOOUnai Sordo, este martes a las nueve de la mañana desde el Foro Nueva Economía. El líder sindical ha realizado esta síntesis una hora antes de que comience una nueva reunión entre el Gobierno y los agentes sociales, que encaran la fase última de las conversaciones y que tienen el 31 de diciembre cada día más cerca. Esta semana se plantea como la decisiva y cuestiones como la temporalidad y la negociación colectiva centran el foco.

A las mesas de diálogo social sobre reforma laboral le quedan, como mucho, dos semanas. En las dos precedentes ha habido movimientos: la patronal ha movido ficha y ha pasado a la ofensiva, el Gobierno le ha recogido el guante y ha rebajado sus pretensiones de limitar la temporalidad en aras de atraerla a un acuerdo. Y los sindicatos tratan de aguantar el equilibrio entre ceder para sumar a la patronal y no ceder demasiado para que la reforma se quede descafeinada. "La negociación está en un momento clave", ha señalado Sordo este martes.

No se tocará el despido y los cambios se centrarán principalmente en el modelo de nuevos ertes (heredado el espíritu de la experiencia covid), en la reformular la contratación y en modificar los equilibrios de la negociación colectiva. Sobre contratación se está centrando el debate, pues las centrales han marcado como líneas rojas cualquier cosa que no sea volver a la legislación previa a Mariano Rajoy en lo relativo a negociación colectiva.

El secretario general de CCOO ha dejado claro que "si no se modifica esa prevalencia del convenio de empresa no va a haber acuerdo y más de lo mismo con la ultraactividad". Pues en lo relativo a las reglas de la negociación los sindicatos no quieren ceder un palmo y el hecho que estas reformas estén explícitamente recogidas en el acuerdo programático del Gobierno de coalición les da alas para ello.

A vueltas con la temporalidad

Esos "capítulos" a los que se ha referido Sordo tendrán lugar esta semana, para la que los negociadores de Gobierno, patronal y sindicatos se han liberado agendas, por si cada día tienen que mantener una reunión presencial en aras de cerrar una entente. Las cuestiones relativas con la eventualidad, que nada tienen que ver con la reforma laboral del PP y son de nuevo cuño, han adquirido especial protagonismo.

La propuesta del Ejecutivo ha mutado de unos topes generales, a unos topes por sector a eliminar dichos topes para atraer a la patronal. Sí que habrá unas particularidades por sectores (especialmente para el agrícola y la construcción) y que actualmente están en proceso de definición en las mesas de diálogo social. La última versión plantea un contrato eventual por picos de actividad de máximo 90 días al año, al que cabe sumar la modalidad para cubrir bajas por enfermedad, embarazo o excedencia y que suprime de la ecuación los contratos de obra y servicio -un foco de temporalidad cronificada-.