Los fundadores de Solarpack, la familia Galíndez, acompañará a la compañía en su nueva etapa de crecimiento tras la OPA lanzada por el fondo sueco EQT el pasado mes de junio. Según han confirmado fuentes financieras a El Periódico de España, José María Galíndez -confundador y vicepresidente de la energética– se quedará con una participación cercana al 5% en Solarpack, mientras que su sobrino Pablo Burgos -confundador y consejero delegado– mantendrá el 3% del capital. En total, a través de las sociedades Beraunberri (Galíndez) y Burgest 2007 (Burgos) se quedarán con el 8% de la energética tras reinvertir 75 millones de euros. De esta forma, el núcleo duro de la compañía permanecerá en accionariado tras la exclusión de bolsa, que se hizo efectiva el pasado 28 de diciembre.

El fondo EQT, liderado en España por Asís Echániz, lanzó una OPA sobre el 100% de los títulos de Solarpack a mediados del pasado mes de junio, ofreciendo 26,5 euros por acción de la energética, valorándola así en 881 millones de euros. La aceptación fue del 96% gracias a la prima del 45% que ofreció la sociedad Veleta BidCo respecto al cierre bursátil de la jornada previa al lanzamiento de la OPA, que tuvo lugar el 16 de junio de 2021. En aquel momento, la gestora de capital riesgo sueca ya tenía asegurado el 51% correspondiente a la familia fundadora, que apoyó los planes de EQT desde el primer momento.

Los Galíndez fundaron Solarpack en el año 2005 convirtiéndola en una de las primeras compañías desarrolladoras y generadoras de energía solar fotovoltaica de España, con presencia en mercados de Europa, América del Norte y del Sur, Asia y África. A finales del año 2018 debutó en bolsa, con una valoración de 266 millones de euros. La OPA lanzada por el fondo de los Wallenberg (una de las familias más ricas de Suecia) supone multiplicar por más de tres su valor respecto a su estreno bursátil. Para los Galíndez, esta transacción supone unos ingresos de 450 millones de euros. EQT fue asesorado por Credit Suisse y Clifford Chance, mientras que los fundadores contaron con la ayuda de Citi y Cuatrecasas.

La OPA de EQT valoró Solarpack en una cantidad más de tres veces mayor a la obtenida en su estreno bursátil en diciembre de 2018

Esta operación, denominada public to privatees muy habitual entre los fondos de capital riesgo, que se lanzan a ‘pescar’ empresas del parqué bursátil al considerar que cotizan por debajo del valor que podría sacar en el mercado privado. De hecho, el fondo sueco realizó a finales del año 2019 una transacción parecida: lanzó una OPA sobre Parques Reunidos junto a Corporación Financiera Alba y Groupe Bruxelles Lambert (GBL) a través de la sociedad Piolin BidCo, valorando a la compañía de ocio en 1.130 millones de euros. Posteriormente también la excluyó de bolsa, donde había regresado en 2016 tras la salida obligada en 2004 propiciada por otro fondo de capital riesgo, Advent. Ambas operaciones fueron articulada a través del quinto vehículo de inversión para infraestructuras del fondo, que levantó en el año 2020 con compromisos por valor de 15.000 millones de euros.

Gran competencia

En este sentido, la gestora sueca no ha sido la única que se ha animado a conquistar la bolsa española en los últimos años, pues otros conocidos fondos como KKR o Investindustrial han protagonizado operaciones similares con cotizadas como Telepizza o Natra. Para ellos, es una forma de hacerse con el control de compañías de una forma más barata que en los habituales procesos en los que compiten. Por ejemplo, en el caso de EQT – que invierte entre 100 y 600 millones por transacción – es muy complicado conseguir comprar una empresa fuera de una subasta en la que compite con otros pesos pesados del sector, por lo que es frecuente que esta tipología de fondos se juegue todo el trabajo a la oferta más alta.

Un hecho que se hace más notable en el mundo de las energías renovables, donde el gran apetito inversor ha disparado los precios generando un boom de operaciones millonarias. A esto se suma también un fuerte aumento de la competencia: los fondos no compiten solo contra otros capital riesgo, también lo hacen contra compañías energéticas tradicionales que están inmersas en una transformación de su negocio hacia el mundo verde, contra aseguradoras o grandes patrimonios, que buscan activos que les ofrezcan buenos retornos y estables en el tiempo. Así, en los últimos meses se han cerrado conocidas transacciones como la alianza de Repsol y Amancio Ortega en renovables o la compra de Naturgy de la fotovoltaica de Ence, entre otras.

¿Quién es EQT?

El fondo sueco abrió oficina en España en el año 2015 de la mano de Daniel Pérez Wilmarck, que cedió el testigo al frente de esta plaza a Echániz (procedente de KKR) en otoño del año 2017. Desde la división de infraestructuras, EQT ha realizado otras dos adquisiciones en España que posteriormente vendió: el operador de fibra óptica Adamo, que acaba de vender a Ardian por unos 800 millones de euros; e Islalink, el operador de cable submarino de fibra óptica que va desde la Península Ibérica a Baleares. Apenas unos meses más tarde de la incorporación de Echániz, EQT reforzó la oficina española con el fichaje de uno de los directivos más conocidos del sector en España: Carlos Santana, que desde entonces se ha cargado de liderar la práctica de Private Equity (capital riesgo puro) de la firma en España. Santana ha protagonizado famosas inversiones en España, como la del portal de vivienda Idealista por 1.300 millones de euros (la mayor operación de una puntocom nacional), la de Freepik (el ‘Google’ español de las imágenes) o la de Igenomix, dedicada a la reproducción asistida que ha vendido recientemente al grupo sueco Vitrolife. Además, recientemente han puesto en marcha una división específica para invertir en inmobiliaria en España liderada por Carlos Molero.