El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) ha hecho una oferta formal para adquirir la totalidad de acciones de la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), a razón de 1 céntimo por cada 39.710 acciones, según confirmaron a Europa Press en fuentes financieras.

El FROB controla el 45,9% de Sareb, mientras que el resto del capital de la sociedad está en manos de accionistas privados, como Santander (22,23%), CaixaBank (12,24%), Sabadell (6,61%), Kutxabank (2,53%), Ibercaja (1,43%), Bankinter (1,37%), Unicaja Banco (1,27%), Cajamar (1,21%), Mapfre (1,11%) y otras 17 entidades bancarias y aseguradoras con paquetes inferiores al 1%.

El Gobierno aprobó el pasado 18 de enero un cambio legal que le permite tomar el control de Sareb, tras su reclasificación en las cuentas públicas por el cambio en la consideración estadística por parte de Eurostat, que ha obligado a asumir como deuda pública los casi 35.000 millones que Sareb tenía pendiente de devolver al cierre de 2020.

Tal y como adelanta 'La Vanguardia', los accionistas privados de Sareb han recibido esta semana una carta del FROB en la que comunica su decisión de lanzar una oferta formal por la totalidad de acciones del conocido como 'banco malo' por un precio simbólico de 1 céntimo por cada 39.710 acciones.

Tras la conversión en capital de deuda subordinada de julio de 2021, el capital social de Sareb se divide en 1.429.560.000 acciones, lo que supone valorar el 'banco malo' en un precio simbólico de casi 360 euros, de los que el FROB pagaría un máximo de 194,35 euros (el 54,1%).

Los bancos accionistas de Sareb deben decidir si vender su participación en el FROB, que ya han provisionado en su totalidad. Deshacerse de todas sus acciones en Sareb provocaría que los grandes bancos perdiesen los activos fiscales diferidos (DTA, por sus siglas en inglés) que ha generado el deterioro de su participación y que podrían proporcionarles un alivio fiscal en el futuro.

En su carta, el FROB sostiene que, si no se alcanza el objetivo del 100% del capital, las condiciones de los futuros procesos no serán mejores que los que incluye la oferta actual.

Sareb nació en 2012 para recapitalizar las entidades financieras más afectadas por la crisis financiera de 2008, para lo que adquirió 98.211 activos valorados en 50.781 millones de euros. Tiene el mandato de generar ingresos suficientes, mediante la venta y gestión de estos activos, para amortizar la deuda emitida en el inicio de su actividad, un objetivo que debería cumplir antes de su liquidación, prevista para 2027.

Al cierre de 2020, Sareb contaba con un patrimonio neto negativo de 10.500 millones y tenía pendiente de devolver 34.918 millones de euros. En su último informe de actividad, la sociedad admite la imposibilidad de generar flujos de caja suficientes para amortizar íntegramente la deuda emitida por la compañía antes de que venza el plazo para su liquidación en 2027.