Cepsa ha dado el pistoletazo de salida a la venta de su negocio químico, valorado en más de 4.000 millones de euros, atrayendo a los gigantes del capital riesgo, según han indicado diferentes fuentes financieras a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, diario que pertenece a este grupo, Prensa Ibérica. En concreto, Citi (el banco que coordina el proceso competitivo) ha comenzado a circular documentos con información preliminar sobre esta división de la petrolera y se han firmado los primeros contratos de confidencialidad. Entre ellos, figurarían nombres de conocidos fondos como Apollo, Blackstone, CVC, KKR o Advent, entre otros. En cualquier caso, las mismas fuentes indican que todo apunta a que será una de las grandes subastas competitivas del mundo energético para este 2022. Este diario contactó con Cepsa, que declinó hacer comentarios.

“Grupo Cepsa y sus accionistas están revisando todas las opciones estratégicas de del negocio de Química para acelerar su crecimiento y consolidar su posición de liderazgo global”, indicó la compañía. Dicha división es uno de los grandes pilares del negocio de Cepsa, que fabrica componentes químicos para la industria automotriz o cosmética, contando con plantas de producción en Alemania, Canadá, Brasil y China. Según los últimos resultados hechos públicos por la petrolera, correspondientes a los nueve primeros meses de 2021, la división química de Cepsa obtuvo un resultado bruto de explotación (ebitda) de 355 millones de euros, lo que se traduce en un incremento del 39% respecto al mismo periodo del año anterior.

Pese a que el planteamiento inicial contempla la venta a un fondo de capital riesgo, las mismas fuentes indican que no se descarta que pudieran participar en este proceso otras compañías del sector, como el grupo británico Ineos, que compró el negocio petroquímico de BP a mediados de 2020 desembolsando 5.000 millones de dólares (4.428 millones de euros, aproximadamente, al cambio actual). De hecho, también indican que la horquilla de precios podría elevarse hasta los 5.000 millones de euros en función del apetito inversor que despierte esta operación corporativa.

Esta transacción llega en un momento clave para la petrolera, que tiene previsto lanzar su nuevo plan estratégico en los próximos meses. Su nueva hoja de ruta supondrá un “punto de inflexión” para la compañía, según han reiterado en diferentes ocasiones desde la petrolera, que persigue el objetivo de transformar por completo su negocio y convertirse en una empresa 100% verde. En esta nueva estrategia jugará un papel muy relevante la inversión en energías renovables y en la apuesta por la nueva movilidad urbana, según indican las mismas fuentes. Para ello, la compañía capitaneada desde el 1 de enero de este año por el neerlandés Maarten Wetselaar está estudiando posibles desinversiones de negocios no estratégicos para ganar liquidez.

Su nueva estrategia

En este sentido, la compañía ultima la venta de sus centrales térmicas a Ignis Energía, que desembolsará en torno a 300 millones de euros por hacerse con los nueve activos de Cepsa, que suman en torno a 700 MW. A principios del pasado año 2021, cerró el traspaso de su división de comercialización de luz y gas para hogares a Podo (además de su cartera de clientes) tras la venta de 5.429 puntos de suministro de propano a Nortegas en País Vasco, Cantabria y Asturias. De hecho, meses antes había planteado su salida de todo el negocio de gas butano y propano, llegando a dar el mandato al banco de inversión estadounidense JP Morgan para buscar a posibles interesados.

En el año 2020, la petrolera estudió también dar entrada a un socio financiero en sus estaciones de servicio, proceso para el que se encomendó al banco de inversión francés BNP Paribas. La estructura que se planteaba en aquel momento era una especie de sale & leaseback, de tal forma que la compañía vendía los activos, pero lo seguía utilizando. Sin embargo, acabó paralizando esta desinversión al ver que tenía otras formas más eficientes de financiarse sin necesidad de desprenderse de parte de este negocio. 

La presentación de la hoja de ruta de la petrolera es uno de los acontecimientos más esperados en el sector, que será el primero que ponen en marcha desde que el fondo Carlyle entró en su accionariado en el año 2019. Tras una fallida salida a bolsa en 2018 por la situación de los mercados financieros, Mubadala (el fondo soberano de Abu Dhabi que controla el 100% de la compañía desde 2011) vendió el 37% de la española a esta conocida gestora de capital riesgo estadounidense por más de 4.000 millones de euros. Las mismas fuentes indican que su plan pasa por retomar la salida a bolsa una vez que la compañía se haya reconvertido al mundo de las energías limpias. Cabe recordar que algunos de los fondos que actualmente están interesados en el negocio químico de Cepsa también participaron en la subasta para hacerse con una participación minoritaria de la compañía. Este es el caso de Blackstone, que llegó a la fase final junto con Carlyle, tras superar las ofertas de otros inversores como Diamond Capital (un fondo de Singapur) o la petrolera holandesa Vitol. También mostró su interés CVC, pero finalmente no participó en el proceso por participar en otras energéticas del país como Naturgy.