Los precios no tienen freno. Están desbocados. Disparados. Aragón registró en febrero la tasa anual de inflación más alta en los últimos 36 años, el 8,5%. La última vez que la comunidad alcanzó esta cifra fue en octubre de 1986 cuando la crisis del petróleo ya hacía estragos en la economía. Hoy, la invasión de Ucrania y la crisis energética que asola Europa devuelve los fantasmas del pasado al viejo continente con el agravante de que el mundo acaba de salir de la crisis del coronavirus.

El escenario deja a Aragón al frente del incremento de precios de toda España durante el último año (un 1,9% por encima del anotado en febrero de 2021), lo que deja a la comunidad con el segundo registro más alto del conjunto de las comunidades al cierre de febrero, según los datos difundidos este viernes por Instituto Nacional de Estadística (INE). 

Los precios escalaron en febrero el 8,5% respecto al mismo mes de 2021, es decir, al mismo nivel que Castilla y León y solo por debajo de Castilla La Mancha, que lidera el ranking con un 9%. Mayor fue todavía el repunte del coste de la vida en la provincia de Huesca, donde los precios subieron el 9,5%, lo que la convierte en la más inflacionista de Aragón y la segunda en el conjunto del territorio nacional. Este escenario económico eleva la inquietud de las empresas y reduce el poder adquisitivo de los hogares, al tiempo que frena la capacidad de compra de los aragoneses

Este escenario económico eleva la inquietud de las empresas y reduce el poder adquisitivo de los hogares, al tiempo que frena la capacidad de compra de los aragoneses

Todo subió en febrero, salvo el grupo de comunicaciones. La vivienda encabezó esa escalada con un repunte del 26,9% por el encarecimiento de los costes de construcción, un sector que lleva advirtiendo unos meses de la incesante alza de las materias primas. Pero si hay un culpable de esta subida histórica es la energía, cuyos precios comienzan a trasladarse ya al resto de grupos que engloban la cesta de la compra. 

El coste del transporte subió un 13,9% en Aragón y los de la alimentación el 6,9%. El tercer grupo más inflacionista fue vestido y calzado con un 5,4%, seguido por el menaje (4,3%). Si se baja al detalle se observa la descontrolada escalada del IPC. La rúbrica de calefacción, alumbrado y distribución de agua se disparó un 54,3% en Aragón mientras que la de aceites y grasas subió el 33,5%. Por detrás se sitúa el transporte personal con casi el 14% de aumento, mientras que la carne de ovino y ave subió por encima de los dos dígitos, al igual que las frutas frescas, mientras que los cereales repuntaron el 8,8%.

Sin margen de maniobra

«No se va a poder aguantar mucho tiempo así, por lo que confiamos en que esta situación concluya lo antes posible», apuntó a este diario el director general de Economía del Gobierno de Aragón, Luis Lanaspa, que no ve margen de maniobra para atenuar esta presión inflacionista a escala autonómica. «Esta subida se puede absorber si dura dos o tres meses pero no más porque si no se produce un efecto de segunda ronda que se traslada a otros bienes y servicios», señaló.

La inflación subyacente, la que excluye de su cálculo alimentos no elaborados y productos energéticos, se situaba en febrero en el 3,4% anual en Aragón, un punto porcentual por encima del dato del mes precedente, mientras que en el conjunto de España la inflación subyacente en febrero aceleraba seis décimas hasta quedar en el 3% anual. Esta cifra muestra que el incremento de precios se está extendiendo como una mancha de aceite en la economía. 

Efectos a medio plazo

Los datos constatan que en febrero «ya produjo efecto el alza en los precios internacionales de la energía, que comienza a trasladarse a otros productos y servicios que forman parte de la cesta de la compra, a lo que se sumará en los próximos meses otros factores relacionados con la guerra de Ucrania, como la falta de suministro de numerosos cereales, oleaginosas, metales y componentes de diverso tipo, además del petróleo y el gas», destacó el Gobierno de Aragón en un comunicado. 

El problema es que se trata de una inflación exógena (vinculada a efectos externos como la guerra en Ucrania), por lo que no existen instrumentos al alcance de la administración autonómica para paliar la situación. «La incertidumbre es muy elevada», asegura Lanaspa. Cuando suben los precios los productos se encarecen, lo que reduce el consumo y esto provoca un menor crecimiento de la economía. El siguiente paso, si eso sucede, es una menor actividad, lo que tiene como consecuencia una reducción del empleo.

Cuando suben los precios los productos se encarecen, lo que reduce el consumo y esto provoca un menor crecimiento de la economía. El siguiente paso, si eso sucede, es una menor actividad, lo que tiene como consecuencia una reducción del empleo

El presidente de Aragón, Javier Lambán, ya advirtió en la sesión plenaria de este jueves que la comunidad tendrá que afrontar un rediseño de la Estrategia Aragonesa de Recuperación porque el escenario ha cambiado. Además, no descartó que se redefinan los fondos europeos para abordar cuestiones prioritarias en estos momentos. Hoy mismo, trasladará esa propuesta a la Conferencia de Presidentes que se celebra en La Palma este fin de semana. 

Negociación salarial

Te puede interesar:

CCOO reclamó más autonomía energética a través de fuentes renovables para hacer frente a este contexto, así como una reforma del mercado eléctrico al que consideran un «abusivo oligopolio». Los sindicatos reclamarán la inclusión de cláusulas de revisión salarial en el marco de negociación que se abrirá con el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC). En el marco de diálogo social, CCOO solicita gran pacto de rentas que no solo contemple la mejora salarial sino conceptos como la revisión de los precios de la electricidad y los carburantes, impuestos y los beneficios empresariales.

Una cesta de la compra a doble dígito en España

La inflación en España cerró el mes de febrero en su nivel más alto en 35 años al situarse en el 7,6 %, dos décimas por encima de la estimación avanzada por el INE hace dos semanas y 1,5 puntos superior al dato interanual de enero. La inflación se dispara hasta el 7,4%, la tasa más alta en 33 años. El INE apunta a la electricidad, la gasolina y los alimentos como los componentes del índice que mayor peso tuvieron en este repunte. Una docena de precios y servicios de la cesta de la compra anotan subida subidas anuales de dos dígitos, según los datos publicados ayer. 

Funcas contempla ahora un precio del petróleo en 120 dólares durante el resto del ejercicio y un descenso del precio de la electricidad en el mercado mayorista desde los recientes máximos. Bajo dichas hipótesis, la tasa de inflación alcanzaría su máximo en marzo con un 8,6%, para descender posteriormente hasta un 4,1% en diciembre. También ha crecido la proporción de los bienes que presentan una tasa de inflación elevada: el 73% exhibe tasas por encima del 2% mientras que un 32% de la cesta está por encima del 5%, según Caixabank.