La rápida subida de los precios que está provocando la invasión rusa de Ucrania por sus efectos sobre los mercados energéticos están descabalando todas las previsiones, planes y programas económicos previstos o acordados en los últimos meses, y entre ellos figura uno que ha provocado no pocos roces en el seno del Gobierno de coalición: el Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Como publica este martes El Periódico de España, la última subida, pactada hace unas semanas, llevó a este indicador que fija los sueldos de 2 millones de trabajadores hasta los 1.000 euros al mes en 14 pagas, pero la próxima subida, que debía de situarse entre los 10 y los 50 euros mensuales según el plan previsto hasta ahora, cada vez está menos clara.

El motivo es que la hoja de ruta del Gobierno en esta materia, el informe del grupo de expertos al que el Gobierno encomendó el diseño de una senda de subidas del SMI, está quedándose desfasada con rapidez por el comportamiento de precios y salarios. Aquel documento, presentado la pasada primavera, planteaba llegar a un salario mínimo entre los 1.011 y los 1.049 euros al mes en 2023 para cumplir la promesa del pacto de Gobierno PSOE-Unidas Podemos de llevar el SMI al "60% del salario medio en España tal y como recomienda la Carta Social Europea". Pero desde entonces se acumulan las subidas de precios, que están tirando de los salarios hacia arriba: los aumentos de sueldo fijados en convenio han pasado en solo dos meses del 1,5% (diciembre) al 2,3% (febrero).

Si suben los salarios en general, sube también el 60% del salario medio en el que ha de situarse el SMI según la promesa programática de los partidos en el Gobierno; y todo apunta a que en los próximos meses los salarios seguirán al alza, al calor de una inflación disparada: 2021 se cerró con un aumento medio del Índice de Precios al Consumo (IPC) del 3,1%, pero en 2022 los datos interanuales ya marcan niveles no vistos en más de 30 años (7,6% en febrero), y nadie se atreve a descartar aumentos de dos dígitos con una guerra abierta en Europa que afecta al suministro de gas y petróleo del continente. De ahí la urgencia entre sindicatos, patronales y Gobierno por que se alcance cuanto antes un pacto de salarios que dé certidumbres a los agentes económicos. Los representantes de los trabajadores, dicen fuentes de la negociación, están planteando subidas salariales anuales del 5% más cláusulas que protejan el poder adquisitivo de los sueldos.

La comisión no se ha reunido

Los expertos que diseñaron el plan original de subidas del SMI no han sido convocados, de momento, para reexaminar su propuesta; durante el acto de presentación de su informe, en junio de 2021, la ministra de Trabajo insistió en el Gobierno mantendría activo al grupo de especialistas "a lo largo de la legislatura": "Esta comisión ha venido para quedarse", subrayó entonces Yolanda Díaz. Dos de los miembros de ese comité, consultados por este diario, se muestran comprensivos con el Ejecutivo ("con el lío que tienen ahora, estarán ocupándose de lo más urgente") aunque sí que creen sería apropiado rehacer los números: "Ahora más que nunca tendría más sentido llamarnos, como dijeron que harían", dice uno de ellos; "las cifras que utilizamos entonces eran de 2020, se han quedado atrás", remarca.

La clave para actualizar su propuesta sería el pacto final de salarios entre sindicatos y patronales, que todavía está negociándose, opina otro de los especialistas: "Si la subida salarial recomendada para este año es al final, por ejemplo, la inflación subyacente [la que mide los precios sin la energía y los alimentos no elaborados, ahora en el 3%] más un porcentaje adicional, el SMI tendría que subir lo mismo y algo más, para poder alcanzar ese 60% del salario medio prometido y no quedarse descolgado", asevera.

Desde el ministerio explican que convocarán a la Comisión Asesora para el Análisis del Salario Mínimo Interprofesional -el nombre formal del grupo de expertos- "cuando se estime oportuno". Cuando empezó sus trabajos, en febrero de 2021, el grupo contaba con 14 especialistas, entre académicos, representantes de los agentes sociales y responsables de los ministerios de Trabajo, Hacienda y Economía.

Las conversaciones entre UGT, CCOO, CEOE y Cepyme para lograr un nuevo Acuerdo Estatal de Negociación Colectiva (AENC), en el que se incluirían esas líneas maestras sobre subidas salariales, siguen este martes; todas las partes quieren un pacto antes de final de mes, pero la situación en estos momentos es "complicada", según uno de los negociadores.

El punto principal de fricción, relata, son las cláusulas de garantía salarial, que actualizan los sueldos para que no pierdan terreno frente a las subidas de los precios: las patronales las rechazan, y los sindicatos (que no han conseguido acordar entre ellos una posición unitaria en la mesa) las exigen. Sólo una sexta parte de los trabajadores están cubiertos en estos momentos por estas cláusulas, según los datos de la Comisión Consultiva Nacional de Convenios Colectivos, dependiente del ministerio de Trabajo.