Enagás anunció en febrero una revolución en su consejo de administración, con la sustitución de cinco de sus miembros y la entrada de un nuevo consejero delegado. Los cambios, ratificados hace dos semanas por la junta de accionistas, incluían la designación como consejera independiente de Maite Costa, exdiputada socialista y expresidenta de la extinta Comisión Nacional de la Energía.

Pero la Enagás -gestor del sistema gasista y responsable de la red de gasoductos del país- tendrá que retirar obligatoriamente a la nueva consejera esa etiqueta de independiente, la que se reserva a los consejeros que no lo son en representación de ningún gran accionista y que vela directamente por los intereses de los pequeños accionistas garantizándose su autonomía.

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha obligado a Enagás a recalificar a Maite Costa como consejera “otra externa” y no como “independiente” durante un año. La razón es que Costa fue hasta hace apenas unas semanas consejera de Red Eléctrica en representación de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).

La CNMV rechaza que en estas circunstancias la exdiputada pueda ser considerada como consejera independiente en una compañía como Enagás en la que la propia SEPI cuenta con dos consejeros dominicales, al contar con una participación accionarial del 5%.

La nueva categoría de “otra externa” tendrá que ser indicada en la información sobre la consejera en toda la documentación corporativa. Según subraya Enagás, transcurrido un año desde su cese como consejera dominical de Red Eléctrica, Maite Costa ya podrá ser recalificada de nuevo con la condición de consejera independiente en el grupo gasista.