El aumento de costes que gran parte de las empresas están trasladando a precios no proviene de los salarios. Según la encuesta de costes laborales publicada por el INE este jueves, el salario por hora trabajada subió en España durante el primer trimestre del año un 2,2% interanual (restando los efectos estacionales). Una cifra casi cuatro veces inferior a los niveles en los que se movió la inflación durante ese mismo periodo, situándose el IPC medio del primer trimestre en el 7,8%. Y que sí está disparando los costes de las familias, que pueden llegar a tener que gastar de más al año entre 500 y 800 euros.

El reparto de los costes de la escalada de precios está generando tensiones en el mercado laboral, con varios conflictos abiertos en sectores como los centros de atención telefónica, las consultoras, la industria del metal o los supermercados, entre otros, donde los convenios andan bloqueados ante el rechazo de las patronales de aceptar los incrementos salariales que piden los sindicatos. Y CCOO y UGT prevén anunciar este mismo jueves nuevas movilizaciones en este sentido. En Barcelona el próximo 6 de julio está prevista una gran manifestación donde las centrales pretenden agrupar todos aquellos sectores con los salarios bloqueados.

La inflación más alta en los últimos 40 años no está teniendo una traslación sustancial en el aumento de gasto en nóminas de las empresas. Sí que durante el primer trimestre del 2022 se ha subido una marcha, pues el crecimiento interanual respecto al trimestre pasado a saltado del 1,5% al 2,2%. No obstante, tampoco es este un comportamiento anodino ya que en 2019, por ejemplo, se registró un aumento del coste salarial por hora trabajada del 2%. Ni el incremento más elevado, teniendo en cuenta que, durante el primer trimestre del 2007 -antes de estallar la burbuja inmobiliaria- el sueldo por hora crecía el 4,4%. El doble que ahora.

Los sectores que durante el arranque de este 2022 registraron los mayores incrementos anuales del coste salarial fueron las actividades financieras y de seguros (9,4%), las actividades inmobiliarias (5,4%) y las actividades profesionales, científicas y técnicas (5,2%). En el otro lado de la balanza, las mayores bajadas se dieron en las industrias extractivas (–31,8%), las actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento (–8,2%) e información y comunicaciones (–2,5%).