Un crecimiento aún sólido, peor más inflación. La presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIRef), Cristina Herrero, ha afirmado que el crecimiento previsto para este año se mantiene en un nivel importante, con una rebaja de apenas una décima, del 4,3% al 4,2% para 2022, con respecto a la estimación anterior. Pero la inflación, en cambio, se revisa al alza, del 6,5% al 7,8%, con una evolución que no solo afecta a la energía sino a buena parte de la cesta de la compra, ha destacado Herrero. Las estimaciones van en la línea de las previsiones de verano dadas a conocer el jueves por la Comisión Europea.

La presidenta de la AIRef, que ha presentado el informe sobre la ejecución presupuestaria, deuda pública y regla de gasto 2022 de las administraciones púbicas y la actualización de las previsiones macroeconómicas y fiscales, ha reclamado a las administraciones que diseñen una estrategia fiscal a medio y largo plazo dada la laxitud de las reglas para el corto plazo.

En la presentación, Herrero ha subrayado la existencia de riegos tanto externos como internos para la economía. En los primeros, el más destacable es la posibilidad de un corte de suministro del gas ruso, que podría provocar una recesión en la Unión Europea (UE). De hecho la UE ya tiene prevista una hoja de ruta para hacer frente a esa posibilidad.

A nivel interno se acrecientan las dudas sobre el consumo privado, con menos ahorro y un endurecimiento de la financiación por las subidas de los tipos de interés. Y también dudas sobre el plan de recuperación. El Gobierno preveía un impacto de 1,8 puntos este año, "hay indicios de que podría haber una menor ejecución de las inversiones previstas", aunque hay falta de información, ha explicado.

Sin presión de los salarios

La inflación, que supera los niveles del conjunto de la UE junto con los los Países Bajos, sigue siendo el gran problema por el tirón de los precios de la energía o los alimentos. Y. a la vez "no se aprecia una aceleración de los salarios negociados en convenio".

En cuanto a las cuentas públicas, la AIRef ha aumentado en tres décimas la previsión, hasta el 4,5% del PIB, situado todavía por debajo del 5% estimado por el Ejecutivo. Las medidas adicionales para familias y empresas y el deterioro del saldo de las autonomías se ve compensado por el crecimiento económico y la recaudación fiscal, ha explicado. También la deuda entra en fase descendente, hasta el 114% del PIB gracias al crecimiento económico. En todo caso, esta dinámica se agotaría a medio plazo "apuntando al inicio de una senda ascendente si se mantiene el déficit estructural primario".

El déficit público pasó del 10,3% del PIB al 6,9% en 2021. gracias a la reducción del coste de las medidas contra el covid y medidas tributarias, hasta bajar al 4,5% del PIB. en las medidas de ingresos destacan las del IRPF y las de sociedades. Las medidas para paliar los efectos de la crisis energética y la guerra en Ucrania impactan en nueve décimas de PIB.

El déficit de la administración central lo sitúa la AIRef en el 3,3% del PIB para este año. en la Seguridad Social, se mantiene en un 0,5%. en las comunidades autónomas, la previsión aumenta en dos décimas hasta el 0,9% del PIB. Por el lado del gasto, una revisión al alza del consumo público por las medidas destinadas a paliar el covid y una menor previsión de ingresos por menores recursos procedentes de los fondos europeos tradicionales. Casi todas las autonomías empeoran sus previsiones de cierre para 2022. en los entes locales se mantiene la previsión de superávit del 0,2% del PIB.

Reconducir la deuda

A pesar de que se mantiene la exención de las reglas fiscales, Herrero ha advertido de que el Gobierno "debe completar una estrategia fiscal a medio plazo para alcanzar un nivel de déficit suficiente para reconducir la deuda hacia sendas más sostenibles que reduzcan la vulnerabilidad de la economía española".

En este sentido alerta de que hay que tener en cuenta "los márgenes fiscales ficticios", no solo por la laxitud de las tasa de referencia fiscal sino por el incremento de recursos que se produce por el efecto de la elevada inflación, mientras que a la vez "se producirá un incremento de gastos en el próximo principalmente vía la revalorización de las pensiones".

En este sentido reclama que las administraciones incluyan en los presupuestos del año que viene una estrategia fiscal a medio plazo y que las autonomías ajusten las operaciones de deuda a las necesidades reales de financiación.

"Aún sin reglas fiscales es necesaria una supervisión también a medio y largo plazo, ha afirmado. Herrero ha estado acompañada por el director de la División de Análisis Presupuestario, Ignacio Fernández-Huertas, y la directora de la División de Análisis Económico, Esther Gordo.