El 23 de marzo de este año, Bruselas adoptó un Marco Temporal de Crisis para permitir a los países el 'rescate' de las empresas golpeadas por la crisis de Ucrania o afectadas por la subida de precios de la energía, de una forma similar a lo que ocurrió con la pandemia. Ahora, en línea con su paquete de preparación para el invierno que aboga por reducir el consumo de gas, el Ejecutivo comunitario abre más la mano y pretende dejar a los Estados dar ayudas de Estado para el despliegue de renovables y los procesos de descarbonización industrial. Aunque también, en casos puntuales, que estudiará "caso a caso" y estarán sujetos a "condiciones", permitirá subsidios para aquellas instalaciones de gas que se transformen para utilizar combustibles "más contaminantes" antes del invierno o a las compañías afectadas por restricciones de gas obligatorias o voluntariaspara incentivar el llenado de los almacenamientos de gas "en la medida que el mercado no ofrezca incentivos para hacerlo" y para apoyar a la provisión de seguros o reaseguros a las empresas transporte de mercancías desde y hacia Ucrania.

Tanto en el caso de las restricciones de demanda como del almacenamiento, Bruselas añade que, aunque estudiará cada caso, serán "especialmente pertinentes" el uso de un "proceso competitivo basado en criterios transparentes para contratar volúmenes de reducción voluntaria de la demanda"; la ausencia de restricciones formales al comercio transfronterizos; la limitación de los incentivos "a las reducciones de la demanda en el futuro que van más allá de las que el beneficiario habría emprendido con independencia de la medida", así como una "reducción inmediata de la demanda final agregada de gas en el Estado miembro, evitando al mismo tiempo un mero desplazamiento de la demanda de gas natural".

Así se recoge en la enmienda publicada este miércoles por la Comisión Europea, dentro de su paquete contra la crisis. "La guerra injustificada de Rusia contra Ucrania sigue cobrando su precio, incluso en la economía de la Unión EuropeaLa situación es grave y debemos intensificar nuestros esfuerzos para eliminar gradualmente los combustibles fósiles de los que hemos dependido mucho hasta ahora. Con la enmienda de hoy, ayudaremos a acelerar el despliegue de las energías renovables, así como la descarbonización de las industrias, en línea con los objetivos de REPowerEU”, indica la vicepresidenta ejecutiva de la Comisión y comisaria de competencia, Margrethe Vestager.

Las ayudas a las renovables se dirigen a proyectos fotovoltaicos y eólicos pero también se incluye el hidrógeno renovable, el biogás y el biometano, el almacenamiento y el calor renovable, incluso a través de bombas de calor. Mientras que en la industria se permitirán los subsidios para electrificar y utilizar tecnologías que utilizan hidrógeno renovable siempre que haya una reducción del 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de actividades industriales que dependen actualmente de combustibles fósiles como fuente de energía o materia prima o si la reducción es del 20% del consumo de energía en actividades y procesos industriales.

En ambos casos, la forma en que se pueden conceder estas ayudas es a través de "subvenciones directas, anticipos reembolsables, préstamos, garantías o ventajas fiscales" y se otorgarán con arreglo a un plan "que cuente con una estimación del presupuesto y del volumen". Podrán concederse hasta el 30 de junio de 2023 y las instalaciones deben estar terminadas y estar en funcionamiento en un plazo de veinticuatro meses a partir de la fecha de concesión, o treinta meses en determinados casos (por ejemplo, eólica marina e hidrógeno).

En caso de incumplimiento de los plazos, las compañías tendrán que devolver el 5% del importe por mes tras los primeros tres meses de retraso, aumentando al 10% tras el sexto mes. Además, las ayudas se concederán a través de un proceso de licitación, excepto en el caso de las ventajas fiscales y cuando la ayuda concedida por empresa y por proyecto no supere los 20 millones de euros y los beneficiarios sean pequeños proyectos, aunque entonces la cuantía no podrá superar el 45% del coste total de la inversión.

Por otra parte, la Comisión también modifica en esta enmienda el marco temporal para ampliar el apoyo que los Estados miembros podían ofrecer hasta ahora a las empresas que se han visto afectadas por el impacto de la guerra, de las sanciones contra Rusia o de las contrasanciones al elevar la cuantía desde los 400.000 euros de marzo hasta 500.000 euros. Mientras que en el caso de las empresas de los sectores de la agricultura, la pesca y acuicultura, las ayudas ascenderían desde los 35.000 euros de marzo a 62.000 y 75.000 euros, respectivamente.

Y respecto a la protección que pueden conceder a la empresas que sufran el aumento de los costes del gas y la electricidad de los últimos meses, como es el caso de las grandes consumidoras de energía, se especifica que las ayudas podrán alcanzar como máximo el 70% del consumo de gas y electricidad del beneficiario durante el mismo período del año anterior y el 80% de las pérdidas sufridas, hasta un tope de 25 millones de euros.