De nuevo una avería en un tren de la compañía francesa Ouigo protagonizaba la noche del domingo al lunes un episodio con cientos de damnificados que veían cómo una incidencia técnica en un vehículo que circulaba en doble composición (dos trenes unidos en un único convoy) les dejaba tirados en mitad de la vía y en plena noche a la espera de una solución, sin aire acondicionado en el interior y multitud de imágenes y vídeos en redes sociales denunciando las consecuencias de un imprevisto que empieza a darse con demasiada frecuencia en la línea de alta velocidad Madrid-Zaragoza--Barcelona.

Se contabilizan al menos cinco en los últimos dos meses, esta última con 870 viajeros afectados.

La avería de la noche del pasado domingo se registraba cuando el covoy circulaba a la altura de la localidad soriana de Arcos de Jalón, entre el municipio zaragozano de Ariza y el también soriano de Medinaceli. En el momento del incidente ese tren se dirigía a Madrid, a una estación de Atocha a la que debía llegar a las 23.30 horas. Obviamente no lo hizo.

Fuentes oficiales de Adif y de la compañía de trenes de bajo coste Ouigo confirmaron que la avería técnica se produjo en el vehículo de la empresa francesa pertenece a la operadora ferroviaria gala SCNF. Y lo que empieza a preocupar entre los usuarios es la coincidencia o, más bien, reiteración de algunos aspectos.

Una incidencia más

De nuevo el retraso se produjo en un tren de Ouigo que salió de la estación de Sants a las 20.38 horas, como ya ocurriera semanas atrás en otras dos ocasiones, y otra vez la avería se localizaba a su paso por un tramo conocido, esta vez próximo a la localidad aragonesa de Ariza, y en mayo y junio otras dos incidencias se localizaban también allí, la más grave la que en mayo se produjo entre los municipios de Cetina y Alhama de Aragón, que estuvo provocado por un tren que acabó arrastrando la catenaria y causando un corte similar al de ayer en la línea del AVE entre Madrid y Zaragoza.

En aquella ocasión fueron 25 trenes afectados y más de 8.000 pasajeros. En la de ayer, nada tiene que ver con las averías técnicas de los vehículos, ya que se produjo por el robo de material de las vías en Cataluña.

Lo ocurrido la noche del domingo se originó en una unidad múltiple que, después del análisis de los técnicos de Ouigo, acabaron retomando el trayecto en dos tandas. Al comprobar que ocho de los vagones, del número 9 al 16, estaban en perfecto estado, en torno a las 1.00 horas se decidió desacoplarlos del resto y se retroceder hasta Calatayud (a unos 20 kilómetros de incidencia), para reanudar la marcha con una primera mitad del pasaje. Este primer tren llegó a Madrid a las 2.12 horas, con dos horas y 42 minutos de retraso sobre el horario previsto. A todos ellos, aseguró la compañía, se les devolverá el 100% del billete.

Para los otros ocho vagones la espera fue mayor. Y es que se intentó sin éxito repararlo a pie de vía, por lo que fue necesario enviar un nuevo tren hasta Calatayud para recoger al resto de viajeros, con personal de refuerzo de Ouigo para realizar el transbordo de pasajeros. Tras hacer el trasvase de pasajeros, siguiendo todos los protocolos de seguridad y en colaboración con Adif, el tren retomó su camino y llegó a la estación Puerta de Atocha a las 3.34 horas, es decir, con más de cuatro horas de retraso. A estos usuarios la compañía francesa les compensará con el reembolso del 200%, el triple, de lo que abonaron por sus billetes.

Mientras, en redes sociales muchos viajeros compartieron imágenes y vídeos del incidente, denunciando que llevaban parados durante horas o cómo hicieron de noche el transbordo entre trenes en mitad de la vía.