La Costa Blanca, con Benidorm a la cabeza, van a sostener el próximo invierno el grueso de la oferta del Imserso, lo que los convertirá un año más en destinos clave para asegurar el mantenimiento de este programa. Así se desprende de los datos ofrecidos por la empresa Mundiplan, el operador de los viajes subvencionados por el Ministerio de Derechos Sociales, que cifran en 49 los hoteles de la Comunidad Valenciana que acogerán entre octubre y mayo a jubilados y pensionistas llegados a través de este plan.

O, dicho de otra manera, casi el 40% de todos los hoteles que han accedido a suscribir contratos en el conjunto del país, que ascienden a 132 establecimientos frente a los 215 que hubo en la campaña 2019-2020, la última que se inició con normalidad antes del estallido de la pandemia.

La polémica por los bajos precios hoteleros defendidos por la propia ministra Ione Belarra ha provocado que, finalmente, sean 83 las empresas que se han negado a suscribir contratos a cambio de entre 22 y 24 euros por persona y día en régimen de pensión completa. En su mayoría, en autonomías como Baleares, donde apenas hay una veintena de hoteles frente a los más de 40 que había antes del covid-19, o Cataluña, donde muchos alojamientos ya optaron por borrarse del programa el pasado año tras constatar que no les daban los números para evitar las pérdidas.

En la Comunidad Valenciana, el acuerdo alcanzado entre la Generalitat y la patronal turística Hosbec para subvencionar con 6 euros por habitación a los hoteles que se mantuviesen dentro de este programa, finalmente, ha surtido efecto. Y ha permitido que casi medio centenar de hoteles, 36 de ellos en la provincia de Alicante, 7 en Castellón y 6 en Valencia, hayan accedido a las exigencias del Imserso: estancias de ocho o diez días desde 212,96 euros, con transporte incluido, por las que los establecimientos acabarán percibiendo unos 27 euros por persona y día, lejos todavía de los 35 que reivindican para poder cubrir los costes de producción.

Estos 49 establecimientos, una cifra "prácticamente igual" que la que había antes del coronavirus, según fuentes de la patronal, se repartirán las 150.000 plazas que el Imserso ha asignado de partida a nuestra Comunidad, 30.000 menos que en las últimas temporadas. Sin embargo, esta cifra cifra finalmente podría acabar incrementándose si en otros destinos no se logra alcanzar suficiente capacidad hotelera para absorber las 666.000 plazas restantes, hasta alcanzar las 816.000 que está previsto ofertar para este invierno en destinos de costa. Así al menos lo ha reclamado el sector, que exige al Ministerio que reajuste el reparto de cupos y desvíe a la provincia estancias de otras autonomías donde no haya suficientes hoteles disponibles.

No en vano, frente al medio centenar de establecimientos que aquí se han sumado al programa, Baleares solo dispondrá de 20 frente a los 14 de Canarias; 24 de Andalucía, 21 de Cataluña o cinco que se ubican en Murcia, según datos del propio operador.

La comercialización de plazas arrancó este martes para los jubilados y pensionistas con acreditaciones preferentes y se ha abierto este miércoles al grueso de beneficiarios que pueden contratar estas vacaciones subvencionadas, que alcanzan para este invierno la cifra récord de 2,6 millones de personas. Los primeros viajes llegarán a la provincia a mediados de octubre y está previsto que se prolonguen hasta el mes de mayo de 2023.

El director general de Turismo de la Generalitat, Herick Campos, ha recordado que la Generalitat Valenciana aportará 5 millones de euros al programa turístico de viajes del Imserso dentro de este plan de rescate pactado con los hoteleros, con el objetivo de "fortalecer el sector vacacional, mantener más de 3.000 puestos de trabajo y generar más empleo con la oferta complementaria que conllevan los viajes turísticos para mayores".

Igualmente, Campos ha destacado que con el medio centenar de establecimientos que alojarán hasta mayo a turistas de la tercera edad también se garantiza que "las personas mayores de toda España que eligen como primera opción Benidorm, la Costa Blanca o la Comunidad Valenciana van a poder seguir disfrutando de esta oferta, por lo que combinamos las dos cosas: turismo social y preservación del empleo".