Marina Serrano (Zaragoza, 1957) lleva media vida ligada al sector energético. Fue la directora jurídica y secretaria del consejo de Red Eléctrica, fue consejera de la extinta Comisión Nacional de la Energía, y desde hace cinco años está al frente de la patronal que agrupa a las grandes eléctricas, Aelec, la antigua todopoderosa Unesa y que ahora integra a Iberdrola, Endesa y EDP (ya no a Naturgy ni tampoco a Viesgo, tras su absorción por Repsol y EDP).

Acostumbrada a lidiar a los vaivenes y la agitación habitual del sector eléctrico, la asociación afronta ahora los inacabables frentes por la convulsión histórica provocada por la crisis energética. Desde Aelec se insiste en que comprenden las medidas para proteger a los consumidores vulnerables frente a la subida de precios, pero se alerta de que las medidas del Gobierno (nuevo impuesto, el tope de precios…) harán que las eléctricas españolas queden en peor posición que sus rivales europeos para atraer el interés de los inversores y para impulsar su crecimiento. La patronal se revuelve contra las acusaciones del Ejecutivo de no jugar limpio con sus clientes y subraya que las compañías sólo cumplen con las reglas del mercado diseñado por Europa. 

El Gobierno finalmente ha suavizado el impuesto a las energéticas. ¿Es suficiente? ¿Creen las eléctricas que ahora está mejor orientado?

Lo que consideramos es que el impuesto debe adecuarse al reglamento europeo. Y hay dos elementos fundamentales para que así sea. Uno, el gravamen que propone la UE se aplica sólo a las empresas de petróleo y gas, no a las eléctricas. ¿Por qué no a las eléctricas? Porque el reglamento comunitario establece para las eléctricas la imposición de un precio tope de 180 euros por megavatio hora (MWh) en el mercado. Pero el gravamen español afecta a todas las energéticas, también a las eléctricas. Y dos, otro aspecto que no se ha mejorado es que el gravamen español recae sobre las ventas o ingresos de las compañías, mientras que el reglamento europeo establece que se graven los beneficios. El impuesto español no se acomoda al reglamento europeo.

“El nuevo impuesto dejará a las eléctricas españolas en peor situación frente a las europeas”

Y las enmiendas del PNV al impuesto que se han aceptado en el Congreso la pasada semana es que caen por su propio peso. Si se gravan ingresos, no tiene sentido incluir todos los ingresos regulados (los de las redes de transporte y de distribución, la producción de extrapeninsulares, la retribución a las renovables del Recore…), porque en estas actividades la rentabilidad está determinada por la propia regulación. Sería un contrasentido incluir en la base del gravamen esos ingresos regulados. Y, por otro lado, también era absolutamente necesario, porque era lógico y razonable, que el impuesto se aplicara sólo a las actividades en España.

Las energéticas han venido advirtiendo de que defenderán sus intereses en los tribunales. ¿Persiste el riesgo de que haya una batalla legal contra la normativa tras los cambios en el impuesto?

Hasta que el gravamen no se apruebe definitivamente las empresas no tomarán decisiones sobre cómo actuar. Pero realmente sigue habiendo una contraposición entre lo que establece el reglamento europeo y lo que a día de hoy se está tramitando en el Parlamento español. El impuesto supone que las eléctricas españolas, que invierten en renovables y contribuyen a la transición energético, van a tener que soportar una carga mientras que las eléctricas europeas no van a soportar gravamen alguno. Es un contrasentido. El impuesto dejará a las eléctricas españolas en peor situación frente a las europeas o de otros países.

¿El sector eléctrico español siente pues que con este impuesto o con otras regulaciones anticrisis reciben un trato discriminatorio en relación a sus rivales europeos?

Vamos a tener un trato diferente. Además, el impuesto va a detraer fondos a las compañías que servirían para invertir en renovables. Por eso consideramos que también sería adecuado deducir del del gravamen aquellas inversiones que se realicen en renovables, porque cuanto más se invierta en renovables, menos utilización habrá de combustibles fósiles y, por tanto, menor dependencia del exterior, además de avanzar en los objetivos de descarbonización.

Ustedes insisten en que en el caso de las eléctricas no hay beneficios extraordinarios. Pero más beneficios sí que hay.

Si se miran los beneficios de las compañías eléctricas por la actividad en España, no es así. Incluso las ganancias han decrecido respecto al año anterior. Hay que mirar cómo son los resultados de las eléctricas de su actividad en España frente a los de otras empresas energéticas o de otros sectores económicos.

“A las eléctricas tampoco nos gustan los precios altos. No nos vienen bien”

Las grandes eléctricas están anunciando previsiones que anticipan incrementos de beneficios hasta niveles récord. ¿No tiene sentido que se les pida que aporten más para mitigar el impacto de la crisis energética en los consumidores?

La aportación para mitigar esos efectos es que las compañías ya están vendiendo la electricidad con contratos a plazo fijo a los consumidores por un precio muy inferior al del pool [el mercado mayorista de la electricidad] y además con contratos con un precio tope fijado por el Gobierno de 67 euros por MWh. Y también está la aportación que se hace a través del sistema general de fiscalidad que tiene este país.

Desde su asociación se ha insistido en que el gas es el origen de todos los problemas y que hay que adoptar medidas sobre el gas y no sobre la electricidad. ¿Qué medidas serían necesarias a estas alturas de la crisis?

Esto lo ha señalado nuestra asociación y se ha reconocido también por la Unión Europea. La razón del incremento del precio de la electricidad está en el incremento del precio del gas. Ésa es la raíz del problema. El Consejo de Ministros de Energía de la UE de esta semana va avanzar en medidas como establecer un precio tope al gas, la plataforma conjunta de compras, que el índice TTF holandés deje de ser el índice de referencia del mercado del gas… Es el camino que nosotros venimos señalando desde hace tiempo.

¿Cómo valoran el paquete de medidas del Gobierno con ayudas para bajar el precio de las tarifas reguladas del gas y la sacudida comercial que está provocando con un trasvase masivo de clientes?

Las medidas han provocado una disimetría entre las tarifas del gas y las tarifas eléctricas. La subida de las TUR [tarifas reguladas de gas] ya se topó en un primer momento, y ahora el déficit que se produce por la diferencia entre el precio real y el precio topado se va a sufragar con los Presupuestos Generales del Estado. Sin embargo, para el PVPC [la tarifa regulada de luz] no se han adoptado este tipo de medidas. Ha habido realmente una actuación diferente para el mercado eléctrico y para el mercado gasista. Entendemos que se deben adoptar medidas para atender a los consumidores, especialmente a los consumidores vulnerables. Pero hay diferencias entre las medidas que se han tomado para la electricidad y para el gas.

¿Cómo de buena o de mala es la relación actual del sector con el Gobierno?

Es una relación entre regulador y regulado. Hacemos propuestas en todos los procesos de consulta pública e intentamos que la relación sea fluida. Queremos que sea una relación de colaboración. Queremos ser parte de la solución en este contexto complicado que vivimos.

"Estamos pensando iniciativas para acercarnos más al consumidor"

El Gobierno ha llegado a decir que las eléctricas no juegan limpio, insinuando algún tipo de manipulación de la información que dan a los clientes a través de la factura y de sus canales comerciales. ¿Lo hacen?

La transparencia que tiene el sector eléctrico español está a años luz de la que hay en otros países europeos. Las compañías españolas presentan al regulador todos los contratos con los precios fijados. La Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia comprueba todos esos contratos y todos los flujos económicos para realizar las liquidaciones del sistema eléctrico. Estamos lejos de que haya falta de transparencia en el sector eléctrico y es muy superior a la de los demás países europeos.

La factura que se envía a los clientes es un modelo fijado administrativamente. El problema en torno al contenido de la factura se produjo por un asunto que desde la asociación ya señalamos cuando se estaba tramitando la excepción ibérica. La compensación a las centrales eléctricas se incorpora a todos los contratos, también a los consumidores que habían optado por un precio fijo, que se han encontrado con ese cargo. Eso es una distorsión del mercado minorista.

¿Les afecta el discurso político del Gobierno contra los poderosos, incluyendo abiertamente entre esos poderosos a las grandes eléctricas?

No voy a entrar en eso. Pero sí puedo decir que eléctricas son empresas que proporcionan un suministro eléctrico seguro, robusto, fiable y por eso aquí no conocemos los apagones que se producen en otros sitios. Son empresas que han realizado una transformación en su generación, convirtiendo su portfolio fundamentalmente en renovable, y que son multinacionales que son ejemplo para las renovables de todas las partes del mundo. Unas empresas que pagan unos 3.000 millones de euros en impuestos, que tienen previsto inversiones de 5.500 millones el año que viene. Son empresas que contribuyen a crear valor y que tienen puestos de trabajo de calidad.

En toda esta polémica sobre el incremento de los precios, que realmente afecta muy directamente a los consumidores, sobre todo a los vulnerables, las empresas eléctricas han actuado de acuerdo con las reglas de juego, de las reglas del mercado diseñado por Europa. No se ha podido decir en ningún momento que ninguna compañía eléctrica no haya actuado de acuerdo con lo establecido. A las empresas eléctricas no nos gustan estos precios altos tampoco, no nos vienen bien. En este contexto las empresas han actuado sólo de acuerdo con el marco establecido y sólo han desarrollado su potencial de creación de valor como tales empresas.

¿Mantienen contactos con el PP de Feijóo? ¿Las eléctricas se sienten más cómodas con las propuestas del PP?

Tenemos contactos con todos los grupos parlamentarios, y también con el PP, claro. Analizamos sus propuestas como analizamos las del Gobierno. Tienen elementos razonables en muchos aspectos. Como todas las propuestas, tienen aspectos positivos y negativos. No me voy a pronunciar ahora.

"En toda la polémica del incremento de precios, las eléctricas han actuado de acuerdo a las reglas del mercado diseñado por Europa"

Las eléctricas suelen estar en el foco de las críticas de los ciudadanos y supongo que son conscientes de que son un sector que genera antipatía. No sé si se han planteado hacer autocrítica. ¿Algo no ha hecho bien el sector eléctrico en su relación con la ciudadanía?

Siempre hay que hacer autocrítica. En un contexto de subida de precios lo más fácil como consumidor es pensar si el que te está cobrando lo está haciendo bien o lo está haciendo mal. Pero las empresas necesitamos poner más en el foco al consumidor, hablar más, explicar más. Estamos pensando actuaciones para intentar acercarnos más al consumidor. Trabajamos en varias iniciativas concretas.

¿Qué balance hace Aelec del funcionamiento de la excepción ibérica (el mecanismo que aplican España y Portugal con un tope al precio del gas que se utiliza para producir electricidad y no contagiar al resto de tecnologías de generación)?

La excepción ibérica efectivamente ha servido para bajar el precio de la electricidad, aunque se ha visto limitado el efecto por la compensación a las centrales de gas que tiene que pagar el consumidor, tanto los que están en el PVPC como todos los del del mercado libre en cuanto se renuevan o se prorrogan sus contratos. Con la mera prórroga, aunque no cambie ninguna cifra esos contratos, ya tienen que pagar la compensación, y eso muchos consumidores no acaban de entenderlo. Supone una distorsión del mercado minorista. La excepción ibérica también ha hecho que se haya cambiado el saldo internacional, y hemos sido exportadores de electricidad a Francia a un precio inferior. Se ha bajado el precio, pero también ha tenido otras consecuencias. Es una medida que no debe ser estructural, sólo excepcional. Debemos avanzar hacia medidas de alcance europeo, no debe agudizarse la fragmentación del mercado europeo con soluciones distintas en cada país.

¿Qué proponen pues para mejorar la excepción ibérica?

Habría que dar otra solución a la compensación a las centrales de gas para que no fuera sufragada por los consumidores.

Si no lo pagan los consumidores, ¿quién debería pagarlo?

Puede haber otras fórmulas. No quiero dar una propuesta concreta porque no la tenemos consensuada entre los socios de la asociación. Otros países europeos que han estudiado aplicar la excepción ibérica planteaban que la compensación la asumieran los Presupuestos del Estado o el propio sistema eléctrico en su conjunto.

¿Creen que están los consumidores españoles subvencionando a los franceses como denuncia el PP?

Se está produciendo un incremento del saldo de exportación de electricidad y Francia no paga la compensación.

"Las medidas del Gobierno han provocado una disimetría entre las tarifas del gas y las de la luz"

Parece que quiere decir que sí.

Bueno [risas].

El Gobierno hace un año fijó un tope máximo al precio de los contratos eléctricos (67 euros por megavatio hora) para evitar que nucleares, renovables e hidráulica se aprovecharan de las subidas del precio provocadas por el encarecimiento del gas para tener más ingresos sin tener más costes. ¿Está sirviendo para contener los precios?

Se ha fijado un precio máximo y con eso se demuestra que no hay beneficios extraordinarios, porque no puedes contratar por encima del tope porque se detrae esa cantidad. Es razonable que en esta situación de crisis, los Gobiernos actúen. Ahora bien, España fue el primero que estableció ese camino y lo hizo con un tope de 67 euros por MWh. La Unión Europea ahora plantea que el tope sea de 180 euros. Si toda Europa pone el precio máximo en 180 euros y España se queda en 67, ¿dónde van a ir los inversores en renovables? Van a irse a otros países de la UE. El tope afecta a las inversiones que deben realizarse.

El gravamen, el precio máximo, la excepción ibérica… el sector eléctrico está sufriendo intervenciones sucesivas desde septiembre del año pasado que van alterando las reglas del juego y el marco regulatorio establecido. Esto afecta al interés de los inversores. Hace falta un marco estable. Estas intervenciones del mercado dificultan que haya señales de precio para que los inversores puede hacer sus análisis.

Las grandes eléctricas han ido recurriendo y tumbando en los tribunales los sucesivos sistemas para financiar el bono social de la luz (descuentos en el recibo de luz de hogares de rentas bajas). ¿Se sienten ya cómodos con el último modelo de financiación en que ya sí pagan todas las compañías de todos los subsectores?

Consideramos que tiene que haber una protección del consumidor vulnerable y tiene todo el sentido que se haya ido ampliando el rango de descuentos y que se hayan creado nuevas categorías de consumidor vulnerable. Pero seguimos diciendo que hay una diferencia con el bono térmico [ayudas mediante un pago único para financiar el consumo de gas, agua y calefacción para hogares vulnerables], que se paga con los Presupuestos Generales del Estado, mientras que el bono eléctrico lo pagamos entre todos las empresas eléctricas. Debería avanzarse para estar en línea con el bono térmico.

El Gobierno trabaja en una revisión del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), la hoja de ruta de con qué tecnologías producir electricidad hasta 2030. ¿Deben elevarse los objetivos de renovables contenidos en el plan y hasta dónde?

La Comisión Europea ha elevado sus objetivos y tendría sentido que España también los elevase. Pero tenemos que ser conscientes que el principal el principal problema está en el cuello de botella de las tramitaciones administrativas de los proyectos renovables. Se han introducido en los últimos reales decretos leyes algunas medidas para mejorar la tramitación, pero son gotitas.