Todo el mundo sueña con lograr un empleo que le permita vivir con comodidad y con la inflación galopante es más que necesario que nunca un buen salario. Cuando los desempleados acuden al mercado en busca de una oferta que les mejore su situación, se les abren los ojos con aquellas que les ofrecen más dinero, aunque siempre se debe considerar el tiempo que debemos invertir para evaluar si realmente vale la pena aceptar o no la oferta.

Las personas que ganan más dinero están siempre bajo la lupa de Hacienda. Este escenario es de gran interés para el ente fiscal, ya que se frotan las manos al ver cifras elevadas en los recibos de sueldo de los trabajadores. El Gobierno de España se beneficia de los ingresos a través del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), un impuesto que varía según la cantidad de dinero que se gane.

Calculada por tramos

Se aplican diferentes tasas impositivas según los tramos de ingresos. A medida que uno gana más, debe pagar un porcentaje más alto. Este impuesto se calcula teniendo en cuenta todas las ganancias obtenidas durante el año anterior, ya sea a través del trabajo o de inversiones.

El cálculo de la retención se divide en tramos. La Agencia Tributaria establece diversos tramos de ingresos para determinar el porcentaje que se retiene de nuestro salario. A partir del cuarto tramo, se observa un aumento significativo en la tasa impositiva por lo que cuando una persona gana más de 35.200 euros al año, Hacienda retiene una parte considerable de su sueldo. Aquí puedes consultar los tramos que se han establecido:

Te puede interesar:

  1. Ingresos de 0 a 12.450 euros: Se aplica un 19% de retención.
  2. Ingresos de 12.450 a 20.200 euros: La retención es del 24%.
  3. Ingresos de 20.200 a 35.200 euros: Se retiene un 30%.
  4. Ingresos de 35.200 a 60.000 euros: La retención asciende al 37%.
  5. Ingresos de 60.000 a 300.000 euros: Se retiene un 45%.
  6. Ingresos superiores a 300.000 euros: La retención alcanza el 47%.

Sin embargo, no todo son malas noticias. La gran mayoría de la población tiene unos ingresos anuales inferiores a 35.200 euros y en 2023 van a tener retenciones más bajas debido a la reforma fiscal que beneficia a las rentas de hasta 21.000 euros y al aumento del salario bruto anual de 14.000 a 15.000 euros.