Apoyo solo de los sindicatos

Yolanda Díaz asume el 'no' de la patronal a la reducción de jornada y se vuelca con el Congreso

El Ministerio de Trabajo da por agotada la negociación en el diálogo social y reconoce que las 37,5 horas semanales no entrarán en vigor, hasta, como pronto, mediados de 2025

Yolanda Díaz, Sumar, durante una rueda de prensa que ha ofrecido en el Congreso de los Diputados.

Yolanda Díaz, Sumar, durante una rueda de prensa que ha ofrecido en el Congreso de los Diputados. / José Luis Roca

Gabriel Ubieto

El Ministerio de Trabajo ha cerrado formalmente este jueves las negociaciones con patronal y sindicatos para la ley de reducción de jornada. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha aceptado la negativa de la patronal CEOE a apoyar la medida, tal como ya publicitaron los empresarios hace dos semanas, y sigue hacia adelante únicamente con el beneplácito de los sindicatos. Trabajo anunciará en "los próximos días" un acuerdo únicamente con los sindicatos y este viernes publicará en audiencia pública el anteproyecto de ley, para luego trasladar las negociaciones para reducir el tiempo de trabajo a las 37,5 horas semanales al Congreso de los Diputados, donde todavía no cuenta con mayorías claras para que la norma prospere.

Casi un año después de que diera el pistoletazo de salida a las conversaciones en el diálogo social, Trabajo da por imposible a la patronal. "Se ha borrado", asumía este pasado miércoles desde Barcelona la vicepresidenta segunda. Aunque formalmente ha sido este jueves cuando su ‘número 2’, el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, ha cerrado la carpeta. "No ha sido posible", ha reconocido este jueves.

La CEOE no se ha movido y ha sido coherente con la negativa que ha defendido frente al Ministerio, con el que el acuerdo nunca ha estado cercano. "La patronal se queda sola, tendrá que explicar a 12 millones de personas que se verán beneficiadas por esta medida porque no. [...] No parece de recibo que 11 meses después, sin un solo papel encima de la mesa, sin ninguna contrapropuesta, ahora el argumento final es que solo la negociación colectiva puede reducir la jornada. Esto solo se puede calificar a estas alturas como una tomadura de pelo. Hasta aquí ha llegado esta mesa"

La negativa de los empresarios a apoyar la norma –lo que habría facilitado, que no asegurado, la tramitación parlamentaria- deja en el aire una serie de ayudas económicas que el Ministerio había puesto encima de la mesa para tratar de convencer a los patronos. Hasta 350 millones de euros en subvenciones directas y bonificaciones para nuevas contrataciones a las empresas de menos de cinco empleados. "No han jugado los intereses genuinos de las empresas, han jugado otros intereses", les ha acusado Pérez Rey a los patronos. Trabajo los manda a un cajón y ahora negociará su inclusión o no en la ley con los grupos parlamentarios.

Trabajo ha reclamado a las centrales que se "vuelquen" para ayudar a convencer a fuerzas políticas. Algunas, como ERC EH Bildu, están predispuestas, mientras que otras, como Junts, se muestran recelosas pero todavía no han dado un 'no' definitivo. Los votos de los posconvergentes son claves, si el PP no se abstiene, para poder sacar adelante la ley.

Los tiempos que se abren ahora para que la norma pueda entrar en vigor son inciertos, si bien desde Trabajo quieren darle carácter de "urgencia", según ha afirmado el secretario de Estado. "Esperamos que la tramitación sea lo más breve posible", ha enfatizado el vicesecretario general de UGT, Fernando Luján. "[La reducción de jornada] es un horizonte socialmente compartido", ha apuntado el secretario de estudios y formación sindical de CCOOCarlos Gutiérrez.

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