Sector financiero

El Sabadell decide devolver su sede a Cataluña tras la victoria de Illa y en plena opa del BBVA

El consejo de administración de la entidad ratificará en los próximos días la decisión de volver desde Alicante más de siete años después

Sede de Banco Sabadell en Sant Cugat.

Sede de Banco Sabadell en Sant Cugat. / L-EMV

Bombazo. El Banco Sabadell ha decidido devolver su sede a Cataluña, tras trasladarla a Alicante el 5 de octubre de 2017 a raíz del referéndum de independencia de la comunidad que se celebró cuatro días antes. La decisión, adelantada por 'ABC', está ya tomada y será ratificada en una reunión consejo de administración que se celebrará en los próximos días, probablemente este miércoles o este jueves, según confirman fuentes financieras. La llegada del socialista Salvador Illa a la presidencia de la Generalitat y el clima político más apaciguado que mantiene 'procés' aletargado, junto a la oferta de compra (OPA) lanzada por el BBVA sobre la entidad, son claves para explicar el regreso a casa del banco catalán.

La sede social del Sabadell, así, volverá a Sant Cugat del Vallès, donde el banco tiene su principal sede operativa. La medida no tendrá ningún impacto en los clientes, que podrán seguir operando como hasta ahora, ni en la situación financiera de la entidad. Está por ver, eso sí, las derivadas que pueda tener en la oferta de compra que el BBVA lanzó sobre su rival catalán el pasado mayo. La entidad logra con este moviemiento reforzar su vinculación simbólica con Cataluña, donde la OPA ha provocado un rechazo masivo de la clase política y la sociedad civil.

No es un asunto menor, teniendo en cuenta que Illa es del mismo signo político que el Gobierno central, que se ha opuesto igualmente a la operación y que tiene importantes palancas para entorpecerla. Así, el Ejecutivo puede imponerle condiciones adicionales a las que eventualmente fije la Comisión Nacional de los Mercado y la Competencia (CNMC) para restarle sentido económico a la integración. Adicionalmente, puede vetar la fusión entre los dos bancos, caso de que la OPA tenga éxito, para restarle sinergias.

Reacción valenciana

Del otro lado están las posibles implicaciones en la Comunidad Valenciana. Sus políticos, al que algunas fuentes señalan como posibles filtradores de la noticia, se han opuesto frontalmente a la OPA, al igual que los empresarios de la comunidad, pero su margen para entorpecer la operación es extremadamente limitado. Cabe la posibilidad, eso sí, de que el cambio de sede pueda influir en los accionistas valencianos y alicantinos del Sabadell a la hora de acudir o no a la oferta. Pero probablemente tenga más peso cómo coticen los dos bancos implicados en ese momento: de momento el Sabadell acaba de pasar a valer más en bolsa de lo que ofrece el BBVA.

El Gobierno valenciano, en cualquier caso, ha apuntado que su presidente, Carlos Mazón, ha conversado esta tarde con el presidente del Sabadell, Josep Oliu, y su consejero delegado, César González Bueno. "Los directivos de la entidad han garantizado que ni la red de oficinas ni los puestos de trabajo en la Comunitat en absoluto están afectados por esta decisión", apuntan desde el Ejecutivo autonómico. "El Consell no puede más que respetar la decisión de la empresa en el ejercicio de su libertad para fijar su sede donde considere", añaden. En cambio, la patronal de la comunidad ha mostrado su rechazo: "Esta decisión, aunque legítima, no nos gusta".

Cambio de criterio

La decisión del banco catalán supone desde luego un cambio de criterio muy notable. El pasado abril, su presidente descartó por enésima vez que la entidad pudiese retornar su sede social a Cataluña. "Es un tema que para nosotros no está encima de la mesa o debajo de la mesa. Aquí venimos por un accidente, como una reacción nuestra a una reacción de clientes ante un determinado movimiento político. Para nosotros es neutral, pero está bien tener más presencia en Alicante, que es la provincia donde tenemos una cuota de mercado más alta", sostuvo.

El banquero, en esta línea, evitó comentar el pacto de investidura PSOE-Junts que incluía elaborar un plan que fomente el regreso de las empresas que se fueron: "Nosotros cumplimos escrupulosamente la ley de sociedades de capital y la seguiremos cumpliendo". Y también restó trascendencia a las entonces inminentes elecciones catalanas: "No creo que afecte a la actividad inversora ni a las perspectivas económicas o financieras de las empresas que están situadas en Cataluña, como tampoco a las que están situadas en otros lugares de España".

Sin embargo, el nuevo clima político en Cataluña con la llegada de Illa a la Generalitat, junto a la conveniencia de mantener buenas relaciones con el entorno socialista en plena OPA del BBVA, ayudan a explicar que el Sabadell haya cambiado de criterio y haya tomado en este momento una decisión que, en cualquier caso, era lógico que terminase por adoptar. Se trata de la primera gran compañía del Ibex que ha decidido tomar el camino de vuelta y está por ver si habrá otras que le seguirán. Las miradas han girado rápidamente hacia CaixaBank, el otro gran banco catalán, pero este ha descartado seguir los pasos de su rival: "Respeto absoluto por las decisiones que toman otras entidades. Nuestra sede está en Valencia con carácter indefinido, no está bajo revisión".

Camino de ida y vuelta

El Sabadell, en este sentido, vuelve a abrir camino: fue la primera de las empresas del Ibex que tomó la decisión de dejar Cataluña en 2017 a raíz del 'procés'. Se había preparado para ello: en 2015 aprovechó un cambio legal del Gobierno de Rajoy para modificar sus estatutos y que la decisión la pudiera adoptar su consejo sin necesidad de llevarlo a la junta de accionistas. Ello le permitió aprobar la decisión muy rápidamente, mientras que el Ejecutivo tuvo que adoptar otro cambio legal para facilitárselo a CaixaBank.

Los dos bancos catalanes dejaron su comunidad por un doble motivo. El principal era que estaban sufriendo fugas de depósitos y clientes contrarios al 'procés' o preocupados por sus implicaciones. El secundario, pero más relevante en caso de que se hubiera producido realmente la independencia, es que podrían haberse quedado fuera del amparo y las inyecciones de liquidez del Banco Central Europeo (BCE). El Sabadell optó por Alicante por tener allí la sede operativa de la extinta CAM, cajas de ahorros que había absorbido unos años antes durante la crisis financiera.

El sorprendente paso dado por el Sabadell reforzará el que decidió hace unas semanas Molins, la cementera familiar que se había mudado a Madrid en 2017 y que hace unas semanas decidió volver a situar su sede social en Sant Vicenç dels Horts (Baix Llobregat). Con estas decisiones se rompe una tendencia se rompe una tendencia que comenzó en 2017 y que luego ha conllevado que Cataluña perdiera más sedes sociales de las que gana. Justo la tenencia contraria que ha vivido la Comunidad de Madrid, el otro gran polo de negocios de España.

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