Ayudas
Los daños en los municipios más afectados por la DANA cuadruplican su presupuesto
El Gobierno cifra en 897 millones la rehabilitación de los bienes públicos de las localidades más afectadas, que apenas gestionan 220 millones en sus cuentas anuales
La reparación de las redes de agua y carreteras costará 1.100 millones y supone el grueso de la factura que pagará el Ejecutivo central

El barranco del Poyo a su paso por Picanya, en una imagen tomada el pasado 3 de enero. / Germán Caballero
Mateo L. Belarte
Carreteras, redes de abastecimiento y depuración de agua, escuelas infantiles, mercados, centros de día, residencias, casas de la cultura, bibliotecas, piscinas, campos de fútbol, parques, jardines, comisarías, cementerios o incluso los propios ayuntamientos... el catálogo de los equipamientos municipales dañados total o parcialmente por la DANA del 29 de octubre parece inacabable. Una lista casi infinita que desborda la capacidad de actuación local.
Pasados casi tres meses de la catástrofe y tras varias semanas de peritaje sobre el terreno, el Gobierno anunció este jueves que asumirá en su totalidad esta enorme factura, que Pedro Sánchez cifró en unos 2.200 millones de euros y que supera con creces el músculo financiero de las corporaciones locales, quienes temían también quedar sepultadas bajo el papeleo que comporta la contratación de estas obras.
Según datos de esa valoración económica que el Ejecutivo central ha llevado a cabo a través de la empresa pública Tragsa y a los que ha tenido acceso Levante-EMV, el grueso del gasto se concentra en las obras de reconstrucción de las infraestructuras de abastecimiento, saneamiento y depuración de agua, cuya inversión rozará los 600 millones de euros, y en carreteras, que requerirán de otros casi 500 millones de euros.
La factura del impacto económico de la dana sobrepasa ampliamente la capacidad financiera -y de gestión- de los ayuntamientos. El ejemplo más claro es Paiporta, donde el coste de reparar los destrozos en bienes locales multiplica por diez su presupuesto anual: 225 millones en daños frente a 21,7 millones de presupuesto. Pero no es el único: en Picanya, con 13 millones de presupuesto, los destrozos en equipamientos públicos municipales rozan los 100 millones; mientras Benetússer tendría que cubrir sus casi 50 millones en pérdidas con unas cuentas de 15,4 millones.
El patrón se repite y en los diez municipios con mayores daños registrados, exceptuando València, el importe de las rehabilitaciones cuadruplica el importe de sus cuentas anuales. Es decir, que deberían destinar íntegramente todos sus ingresos de los próximos cuatro años para poder acometer esas obras de reparación por su cuenta.
Esa menor capacidad económica de los ayuntamientos es uno de los argumentos que esgrime el Ejecutivo central para correr con estos gastos municipales pero no con los autonómicos. Un extremo que ha sido criticado por el president Carlos Mazón, pero al que Moncloa cierra por ahora la puerta, aduciendo que la Generalitat tiene músculo suficiente.
Sectorización: red de agua y carreteras
Según datos de esa valoración económica que el Ejecutivo central ha llevado a cabo a través de la empresa pública Tragsa y a los que ha tenido acceso Levante-EMV, el grueso del gasto se concentra en las obras de reconstrucción de las infraestructuras de abastecimiento, saneamiento y depuración de agua, cuya inversión rozará los 600 millones de euros.
Cabe recordar que la riada dañó más de 120 depuradoras en la provincia de Valencia, lo que generó graves problemas a las poblaciones afectadas en los días posteriores. El lodo acumulado en el alcantarillado también complicó las labores de limpieza e incluso impidió durante días a sus vecinos consumir agua del grifo.
La siguiente partida más costosa de la reconstrucción local son las carreteras, según el listado. Pese a que las redes viarias son en su mayoría de competencia estatal y, en menor medida, autonómica, las carreteras o caminos de gestión municipal suman daños por valor de casi 500 millones de euros, que pagará íntegramente el Gobierno. Además de una de las obras más caras, es también uno de los daños más frecuentes, pues casi todos los municipios damnificados incluyen algún tipo de afectación en este sentido. Incluye además una partida de más de 50 millones para la Diputación de Valencia para las vías provinciales.
Escuelas y polideportivos
Otro de los desafíos tras la emergencia ha sido recuperar los centros escolares. Las escuelas infantiles, aquellas que son competencia municipal, también sufrieron la furia del agua. Según los datos, los daños en estos equipamientos superan los 36 millones de euros.
La reconstrucción de instalaciones deportivas municipales será el tercer ámbito más costoso, superando los 135 millones de euros de inversión prevista. Es otra de las afectaciones que más se repite entre los 78 municipios marcados como afectados por la dana en el decreto del Gobierno.
Por su parte, las bibliotecas y otros espacios culturales locales necesitarán otros 71 millones para su reparación; el alumbrado, 53,5 millones y los centros sociales rozarán los 20 millones de euros, mismo importe presupuestado para rehabilitar las propias casas consistoriales, que en algunos municipios como Paiporta, Picanya o Massanassa resultaron gravemente dañadas o directamente arrasadas.
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