ENERGÍA

Naturgy lanza una reordenación histórica con una ‘auto-opa’, una revolución en el consejo y una lluvia de dividendos

La energética realiza una opa voluntaria para que la compañía compre un 10% de su capital por 2.300 millones y elevar las acciones que cotizan en bolsa. Amplía de 12 a 16 el número de consejeros y da un asiento más a todos los grandes accionistas

Activa un nuevo plan estratégico hasta 2027 que mantiene el beneficio neto en 1.900 millones cada año, dispara las inversiones hasta 6.400 millones y promete un reparto récord de dividendos de 5.800 millones

El presidente de Naturgy, Francisco Reynés.

El presidente de Naturgy, Francisco Reynés. / EFE

David Page

David Page

Madrid

Naturgy pone en marcha una reorganización histórica. La energética, principal gasista española y tercera mayor eléctrica, reordenará de manera drástica su estructura accionarial y la composición de su consejo de administración, al tiempo que lanza un nuevo plan estratégico que promete disparar las inversiones y los dividendos, a la espera de un posible cambio de accionistas por la deseada salida de GIP/BlackRock y CVC (con participaciones de algo más de un 20% cada uno) tras el intento fallido del año pasado y las especulaciones recientes de que se reactivarán los movimientos y las negociaciones con Taqa, energética controlada por el emirato de Abu Dabi.

El consejo de administración de Naturgy ha aprobado por unanimidad (lo cual es relevante de por sí dadas las fricciones entre los socios en los últimos años) proponer a la junta de accionistas -convocada el próximo 25 de marzo- movimientos estratégicos de verdadero calado. La compañía pretende ejecutar una ‘auto-opa’ voluntaria para comprar hasta un 10% de su capital y poder elevar las acciones que cotizan en bolsa. Ahora el free float es de apenas un 11%, lo que le ha penalizado y le ha dejado fuera de alguno de los índices bursátiles internacionales de referencia.

El objetivo es superar claramente la cota del 15% cotizando libremente en bolsa para poder volver a los índices MSCI. "Tenemos disponibilidad suficiente de recursos, y una parte la vamos a dedicar a comprarnos a nosotros mismos. Necesitamos más liquidez para ser una compañía verdaderamente cotizada", ha explicado el presidente de Naturgy, Francisco Reynés, en un encuentro con medios de comunicación.

La operación pasa por que todos los grandes accionistas de referencia acudan a la opa de manera proporcional a su participación actual en el capital. Criteria, brazo inversor de la Fundación la Caixa, es el máximo accionista con el 26,7%; CVC y Corporación Financiera Alba cuentan con un 20,7%; GIP/BlackRock controla un 20,6%; y el fondo australiano IFM ha elevado su participación por hasta el 16,9%. En principio, todos los grandes accionistas reducirán su participación, a pesar de que la maniobra podría ser idónea para que GIP/BlackRock y CVC/Alba iniciaran su salida del accionariado.

Los accionistas minoritarios tienen por ley una preferencia relativa para acudir a la opa, y es obligatorio reservarles un tramo del 25% de las acciones a las que vaya dirigida la oferta (así que en un primer momento se producirá un recorte del capital flotante mientras las acciones compradas sigan como autocartera). Pero la operación está diseñada para que sean los grandes accionistas los que recorten sus paquetes para sacar al mercado libre un capital suficiente para dar liquidez real en bolsa a la compañía.

La oferta se realizará al precio de 26,5 euros por acción -un 8,4% por encima de los 24,44 euros por título a los que cerró ayer la compañía en bolsa-, lo que elevará la operación hasta el entorno de los 2.300 millones de euros. Las acciones adquiridas se convertirán primero en autocartera, hasta el máximo del 10% que permite la regulación (por lo que se comprará en torno a un 9% dado que el grupo ya tiene un 0,9% de autocartera). Posteriormente la compañía el proceso de retornar a la bolsa las acciones adquiridas por la compañía, mediante pequeñas ventas escalonadas. Una maniobra que gestionará la propia Naturgy con "flexibilidad y sin un calendario determinado", con el objetivo de optimizar financieramente la operación.

Revolución en el consejo

Tras las rensiones entre accionistas de los últimos años, los socios de referencia impulsan ahora una revolución en el consejo de administración que supone un reequilibrio de poderes. La propuesta que se llevará a la junta contempla ampliar de 12 a 16 el número de consejeros, dando nuevos asientos a todos los grandes accionistas. La ampliación del órgano de gobierno obliga a cambiar los estatutos del grupo, dado que actualmente en ellos se establece como tope una composición de 15 miembros.

El plan pasa por dar el segundo consejero que había solicitado el fondo australiano IFM al superar la cota del 16,7%, que le da derecho a un nuevo representante, pero también se concederá un nuevo asiento a CriteriaCaixa (que tendrá cuatro), a BlackRock y CVC (con tres consejeros cada uno). El consejo se completará con tres representantes independientes y un consejero ejecutivo, el propio presidente Francisco Reynés.

La compañía propondrá a la junta los nombramientos como nuevos consejeros de María Isabel Gabarró, por parte de CriteriaCaixa; Martin Catchpole, por parte de GIP/BlackRock; Marta Martínez, por parte de Rioja/CVC, y Nicolás Villén, por parte de IFM. Y los accionistas también votarán la renovación de aquellos consejeros que tienen su mandato vencido: Isabel Estapé, por parte de CriteriaCaixa; Raj Rao y Lucy Chadwick, por parte de GIP/BlackRock; Javier de Jaime, por parte de Rioja/CVC; y Helena Herrero, como consejera independiente.

Nuevo plan estratégico

Naturgy también ha puesto en marcha un nuevo plan estratégico para el periodo 2025-2027 con el objetivo de impulsar su crecimiento con inversiones al alza y garantizando una lluvia de dividendos a sus accionistas. La nueva hoja de ruta contempla disparar las inversiones del grupo un 10% en los próximos años, hasta 6.400 millones de euros durante el trienio, de las cuales el 75% se concentrarán en España -frente al 55% del anterior plan- y se focalizarán muy especialmente en el negocio de redes (con el 50% de todo el esfuerzo inversor) y en nuevas renovables (con el 30%). Las inversiones previstas no contemplan la posibilidad de ejecutar operaciones corporativas de compras de empresas o activos completos, y sólo reflejan el crecimiento orgánico. "Lo miramos todo, pero no nos comprometemos a nada", ha zanjado Reynés.

El nuevo plan se marca como objetivo mantener resultados en los niveles actuales, cerca de sus máximos históricos, con un beneficio neto medio esperado en estos tres años de alrededor de 1.900 millones de euros cada ejercicio y un un resultado bruto de explotación (ebitda) de 5.300 millones. La deuda neta del grupo escalará en los próximos años, pasando desde los algo más de 12.200 euros actuales hasta el entorno de los 16.000 millones en 2027.

La compañía se lanza a contentar a todos sus grandes accionistas garantizándoles una generosa política de dividendos, elevando la remuneración casi un 36% hasta niveles récord. El consejo ha acordado elevar ya el dividendo con cargo a las cuentas de 2024 hasta los 1,6 euros por acción, un 14% más, y promete dispararlo en el próximo trienio otro 18% más, hasta los 1,9 euros por título en 2027. Naturgy prevé una lluvia de dividendos 5.800 millones en los próximos tres años, pero la senda de crecimiento de la remuneración está supeditada al mantenimiento del rating crediticio en su actual nivel de BBB.

El nuevo plan estratégico contempla un aumento paulatino la retribución al accionista desde los 1,6 euros por acción fijado ahora, pasando a 1,7 euros con cargo a las cuentas de este año, 1,8 euros en 2026 y llegar a los 1,9 euros ya en 2027. El anterior plan estratégico del grupo contemplaba un dividendo de 1,2 euros con cargo a cada ejercicio, pero la compañía acabó elevándolo hasta los 1,4 euros de manera anticipada en 2023. Un fuerte y rápido incremento de los dividendos que desde Naturgy se ve como una forma de "mantener la compañía como interesante para la mayoría de nuestros accionistas", ha indicado Reynés en otro encuentro con analistas.

Desde Naturgy se subraya que el nuevo plan estratégico y los movimientos de calado que ahora se emprenden han sido respaldados por unanimidad por todo el consejo de administración. Un apoyo unánime, destaca el grupo, que también se concede al equipo directivo comandado por Francisco Reynés, después del intento de nombramiento de un consejero delegado para repartir poder y funciones con el presidente pero que finalmente se frustró por la renuncia del Ignacio Gutiérrez-Orrantía a la oferta de fichaje para seguir en el banco de inversión Citi.

Resultados de 2024

Naturgy registró un beneficio neto de 1.901 millones de euros en 2024, lo que representa un descenso de apenas un 4,3% frente a las ganancias récord de 1.986 millones de euros en 2023, a pesar de un año marcado por la caída de los precios de la energía, tanto en gas natural como en electricidad.

La compañía ejecutó inversiones el año pasado por 2.280 millones de euros, principalmente en desarrollos de renovables y redes de distribución. La capacidad instalada renovable alcanzó los 7,3 gigavatios (GW), estando actualmente en construcción cerca de 1,6 GW de capacidad renovable, 838 MW de ellos en España, 360 MW en Australia y 387 MW en Estados Unidos. Además, la compañía espera que aproximadamente otros 900 MW adicionales entren en operación durante 2025.

La energética ha seguido avanzando en su apuesta estratégica por los gases renovables en España y se ha asociado con la empresa de residuos agrícolas y ganaderos Hispania Silva para desarrollar hasta 30 plantas de biometano en toda España hasta 2030, con una capacidad de generación anual aproximada de 2,5 teravatios hora (TWh), equivalente al consumo de 500.000 hogares.

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