Repsol hunde un 45% el beneficio por la caída del precio del petróleo y el impuesto a las energéticas

Repsol sufre en sus cuentas la caída de los precios del petróleo y del gas y también el impacto del impuesto a las grandes energéticas antes de su desaparición. La compañía energética obtuvo un beneficio neto de 1.756 millones de euros en 2024, lo que supone un fuerte descenso del 45% en relación a los 3.168 millones del ejercicio anterior. El resultado ajustado, que mide específicamente el comportamiento de los negocios y elimina algunos efectos extraordinarios, alcanzó los 3.327 millones de euros, lo que supone un descenso del 34% respecto a los 5.011 millones de 2023.

La petrolera comandada por Josu Jon Imaz vincula la caída de los resultados con la volatilidad de los mercados energéticos y los menores precios del petróleo, el gas y la electricidad, con la moderación de los márgenes que obtiene con el refino y el descenso de los márgenes del negocio químico, y como ello en un contexto general de tensiones geopolíticos y de incertidumbre sobre la recuperación económica general y, en especial, de China. El margen de refino en el año para la primera petrolera del país cayó un 40,5% con respecto a 2023, hasta los 6,6 dólares por barril.

El resultado neto del grupo también refleja el impacto negativo (de 450 millones de euros en 2024) del impuesto a las ventas de las grandes energéticas, que este año ya no se aplicará por el rechazo del Congreso a la prórroga propuesta por el Gobierno. Repsol había amenazado con paralizar inversiones milmillonarias en España si se prolongaba finalmente el gravamen extraordinario. Tras el fin del impuesto, la compañía refrenda su intención de reactivar sus programas de inversión.

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“Para el 2025, nuestros compromisos permanecen vigentes”, ha apuntado el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz. “Estimamos un sólido flujo de caja de las operaciones entre 6.000 y 6.500 millones de euros con una cifra normalizada de inversiones netas entre 3.500 y 4.000 millones de euros”. Las inversiones del grupo durante 2024 ascendieron a 5.700 millones de euros, con un descenso del 5,7% con respecto a la cifra récord de 6.167 millones de euros del año anterior.

El grupo presentó hace un año su actualización estratégica 2024-2027, que profundiza en una transición energética rentable. Uno de los ejes de esta transformación es la evolución de los siete complejos industriales de la compañía, que emplean a más de 6.500 personas de manera directa, para mejorar su competitividad, garantizar su futuro y reducir la huella de carbono. En 2024, Repsol realizó inversiones netas de más de 1.200 millones en estas instalaciones y desarrollar productos de bajas emisiones, como los combustibles renovables, el hidrógeno renovable y el biometano.

Hace apenas un mes, tras la caída del impuesto a las energéticas, la compañía aprobó una inversión de 800 millones de euros para construir en su centro industrial de Tarragona la primera planta europea que transformará residuos urbanos en metanol renovable -un combustible que descarbonizará el transporte-, y productos circulares. La compañía prevé invertir los primeros 100 millones de este proyecto en 2025, año en el que también estima que aprobará los electrolizadores de Cartagena (100 MW), Petronor (100 MW) y Tarragona (150 MW). El grupo desbloqueará inversiones por otros 700 millones más en sus centros industriales en España en los próximos meses.  

La compañía obtuvo un resultado bruto de explotación (ebitda) de 7.488 millones de euros, un 19% menos, en un año la deuda neta del grupo se situó en 5.008 millones, 524 millones menos que un año antes. liquidez de Repsol al cierre de 2024 se situaba en los 9.453 millones de euros, lo que supone 3,5 veces los vencimientos de deuda bruta a corto plazo.

Mejora del dividendo

Repsol ha situado la retribución al accionista como una de las prioridades de su estrategia, garantizando emplear 10.000 millones hasta 2027 y distribuir entre un 25% y un 35% del flujo de caja operativo. Con estos objetivos, la compañía vuelve a subir otra vez el dividendo a pesar de la caída del beneficio neto registrado.

Repsol proyecta para 2025 un dividendo en efectivo de 0,975 euros brutos por acción, lo que supone un incremento del 8,3% respecto a la remuneración de 2024 (de 0,90 euros). Además, la compañía pretende mejorar la remuneración al accionista ejecutando durante el ejercicio una recompra de acciones de al menos 700 millones de euros para reducir capital.

Para cumplir con esta última meta, el consejo de administración de Repsol propondrá en la junta de accionistas una reducción de capital de acciones a ser adquiridas por 350 millones de euros (300 millones se obtendrán a través de un programa de recompra de acciones y 50 millones a través de la liquidación de derivados existentes), que se espera sea ejecutada antes de finales de julio.

Menos fraude, más ventas en gasolineras

Repsol destaca un repunte en la venta de combustibles en sus gasolineras gracias a las medidas regulatorias antifraude y los mecanismos de control adoptados por el Gobierno, que estabilizaron el mercado. Las ventas de estos productos aumentaron en un 6% en el cuarto trimestre, en comparación con el mismo período de 2023.

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En el negocio de luz y gas en España y Portugal, la compañía aumentó el año pasado el número de clientes, alcanzando una cifra de 2,5 millones a finales de diciembre, un 15% más que al cierre de 2023 (330.000 clientes adicionales). Además, ha sumado cerca de 1,4 millones de clientes digitales adicionales en 2024, hasta alcanzar un total de 9,3 millones a finales de diciembre, en su mayoría a través de la app Waylet.

En paralelo, la compañía dispone de más de 2.800 puntos de recarga pública instalados en la Península Ibérica, a los que se añaden más de 3.000 adicionales gracias a los acuerdos de interoperabilidad alcanzados, lo que permite ofrecer una red de más de 5.800 puntos de recarga de acceso público. Mientras, en renovables, durante el pasado ejercicio sumó 878 megavatios (MW) y cerró 2024 con cerca de 3.700 MW en operación. Durante el presente año la compañía espera añadir más de 1.500 MW adicionales, 500 MW de ellos en España y el resto, en Estados Unidos y Chile.