EMPRESAS

El Gobierno defiende su entrada en Telefónica, Indra e Hispasat como “protección frente a proteccionistas del extranjero”

El ministro Cuerpo subraya la necesidad de garantizar la “seguridad económica” y la “autonomía estratégica” del país en sectores clave como telecomunicaciones y defensa, frente las acusaciones del PP de “parasitar” grandes empresas.

El ministro de Economía, Carlos Cuerpo.

El ministro de Economía, Carlos Cuerpo. / EFE

David Page

David Page

Madrid

El Gobierno de Pedro Sánchez ha ido configurando un gran escudo para blindar sectores industriales que se consideran estratégicos para la economía española. Moncloa está ejecutando una política bañada de intervencionismo sin complejos que vale tanto para acorazar empresas clave frente a la entrada de inversores extranjeros no deseados como para impulsar con acción directa estatal grupos en sectores que se consideran cruciales para la economía y la seguridad nacionales.

Una estrategia ejecutada tanto mediante la compra de participaciones accionariales directas (como en Telefónica o en Indra y la compra de Hispasat por parte de Indra), a utilizar el ‘escudo antiopas’ levantado en pandemia para vetar operaciones (como el freno a la entrada de la húngara Magyar Vagon en Talgo) o a alianzas con grupos privados nacionales para salvaguardar la españolidad de grandes grupos (con Criteria en Telefónica y Naturgy o con Escribano y SAPA en Indra, y también avalando la entrada de Sidenor para controlar Talgo, a la espera de una posible entrada del holding estatal SEPI en la propia Talgo).

El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha hecho una defensa cerrada este martes en el Senado de la actuación del Gobierno para blindar grandes empresas españolas en sectores clave frente a los interés de entrar de compañías extranjeras o para impulsar la creación de grupos líderes en actividades estratégicas como telecomunicaciones, defensa o infraestructuras, frente a las acusaciones del PP de “parasitar” empresas o de “intervencionismo intensivo” de la economía.

Cuerpo ha defendido la entrada como gran accionista del Estado a través de SEPI en compañías como Telefónica o Indra y operaciones como la unión de Indra y el grupo de satélites Hispasat (y su filial de satélites militares Hisdesat) por la “necesidad de protección frente a medidas proteccionistas que vienen del extranjero”, para garantizar la “seguridad económica” nacional, para “reforzar la autonomía estratégica” de España en sectores cruciales y reducir la “dependencia del exterior”, para “aumentar la capacidad competir” de estas grandes empresas y también para “reforzar la industria innovadora” con el apoyo de la acción estatal, en campos clave como la inteligencia artificial, la ciberseguridad, la defensa o el desarrollo de una red satelital propia.

“Debemos estar bien posicionados en esta carrera de desarrollo de sectores clave, apoyando, reforzando y consolidando la posición de estas empresas líderes en España y también a nivel internacional”, ha explicado Cuerpo en la sesión al Gobierno en el Senado. “Las coordenadas correctas de este debate son las de la seguridad económica. Este debate ya no se sitúa en las coordenadas de los años 90 de empresa públicas o privadas. Se trata de que el Estado ayude y partcipe como accionista a largo pazo y estable en algunas empresas estratégicas, que ayude a promover el desarrollo de estas industrias clave”.

En este sentido, el ministro de Economía ha recordado las participaciones estatales de otros países en sus grandes operadoras de telecomunicaciones, como Alemania en Deutsche Telekom, Francia en Orange o Italia en Telecom Italia. “Esto no lo calificarían ustedes de ser parásitos o de ser obsesionados con el control”, ha reprochado Cuerpo al PP”Por aquí va el futuro de la industria y de la autonomía estratégica de Europa”, ha sentenciado.

‘Campeones nacionales’

El Gobierno de Pedro Sánchez ha diseñado un plan para ir conformando ‘campeones nacionales’ tutelados en sectores estratégicos. Un plan al que ha dado ahora un impulso definitivo con la adquisición ya pactada del grupo satélites Hispasat por Indra (o la compra, de momento sólo deseada, de la filial tecnológica de Indra por parte de Telefónica). Una estrategia en la que el holding estatal SEPI ejerce de correa de transmisión gracias a su entrada a lo grande en los accionariados de compañías clave.

El grupo tecnológico Indra cerró hace unas semanas un acuerdo con Redeia para comprar casi el 90% que controlaba de Hispasat por 725 millones de euros. Un terremoto corporativo que da carta de naturaleza a la estrategia de Moncloa de crear un gigante nacional en el sector de defensa y aeroespacial bajo la sombra del poder público. La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) es el mayor accionista tanto de Indra (con un 28% del capital) como de Redeia, la antigua Red Eléctrica Corporación (con un 20%), y también seguirá presente directamente en el capital de la propia Hispasat (con un 7,41%).

El Ejecutivo también dio el mes pasado un golpe de timón fulminante y por sorpresa para tomar el control de Telefónica, con el relevo exprés de José María Álvarez-Pallete como presidente de la teleco y su sustitución por Marc Murtra, un ejecutivo vinculado al PSC, de confianza del presidente Pedro Sánchez y que hasta entonces era presidente precisamente de Indra. Moncloa ordenó hace un año al holding estatal SEPI la compra de una participación del 10% en la teleco en respuesta a la inesperada irrupción de Arabia Saudí en el capital del grupo español a través de su operadora Saudi Telecom.

El Gobierno hizo valer su nueva posición como accionista de referencia para abrir una nueva etapa en Telefónica, con el aval de Criteria, el brazo inversor de la Fundación la Caixa (que también ha elevado su participación hasta el 10% durante el último año), y también de la propia Arabia Saudí. El Ejecutivo replicaba así en Telefónica la fórmula ya ejecutada en Indra en los años previos (Moncloa decidió hace tres años disparar el peso estatal en el accionariado de Indra, elevando la participación de SEPI del 18 al 28% y, con el propio Murtra como muñidor, el Gobierno ha auspiciado la formación de un nuevo núcleo estable de accionistas, con el fondo Amber y los grupos industriales de defensa Escribano y SAPA).

Tras la renovación en la cúpula de Telefónica, el Gobierno planea crear un campeón nacional de las telecomunicaciones y la tecnología mediante un gran movimiento corporativo conjunto de la propia Telefónica y de Indra. Los planes del Ejecutivo pasan por que Telefónica tome el control de toda o parte de la filial tecnológica de Indra, Minsait, lo que le permitirá crecer por la vía rápida en negocios clave como la ciberseguridad o la inteligencia artificial.

Tracking Pixel Contents