Empresa del año

Mango, la empresa para la que 2024 lo cambió todo

La gran cadena de moda catalana ha cumplido su 40 aniversario, puesto en marcha un nuevo plan estratégico y perdido a su fundador, todo en el mismo año

El 'showroom' de Mango

El 'showroom' de Mango

Paula Clemente

Barcelona

Cuando tres jubilosos Toni Ruiz, Margarita Salvans y César de Vicente tomaron, hace aproximadamente un año, el escenario colocado provisionalmente en el hangar que sirve de sede a Mango, ninguno de estos tres altos directivos de la cadena podía siquiera sospechar que lo que estaban a punto de comunicar era solo la antesala de todo lo que traería 2024. El anuncio era que esta empresa catalana de moda había incrementado un 15% sus ventas en un año, hasta superar los 3.100 millones de euros de ingresos. Que sus beneficios se habían duplicado en este mismo periodo (172 millones de euros). Y que, estando en una posición tan cómoda en un año tan significativo para ellos –cumplían 40 años–, habían decidido estructurar un plan para ir todavía más allá.

Apodaron a esta hoja de ruta 4E, porque las cuatro palabras clave que le servían de eje son Elevate (darle más valor a la marca para que el público esté dispuesto a pagar más por ella), Expand (abrir muchas más tiendas), Earn (ganar más dinero para poder seguir invirtiendo sin endeudarse) y Empower (tener una plantilla mayor). La meta se situó en el 31 de diciembre de 2026, cuando esperan contar con un volumen de negocio de 4.000 millones de euros y unas 3.200 tiendas en marcha en todo el mundo.

Margarita Salvans (directora financiera), Toni Ruiz (CEO y presidente) y César de Vicente (director de Retail) el día que presentaron los resultados 2023 de Mango

Margarita Salvans (directora financiera), Toni Ruiz (CEO y presidente) y César de Vicente (director de Retail) el día que presentaron los resultados 2023 de Mango / Mango

Al no haber hecho públicos todavía los resultados financieros del 2024, es difícil juzgar como saldan la primera prueba de fuego de este plan, sin embargo, las tiendas abiertas dan una pista: el objetivo era abrir 500 a lo largo de los próximos tres años y llevan, efectivamente, más de un centenar.

Pero, independientemente de eso, la cuestión es que 2024 marca un antes y un después en la historia de Mango, lo que ha hecho al jurado decantarse por ella como ganadora del mayor galardón de los premios Empresa del año, que El Periódico de Cataluña organiza junto al Banc Sabadell.

Lo hace, en primer lugar, por los 40 años exactos que lleva de recorrido. Isak Andic abrió la primera tienda Mango en el número 65 del Passeig de Gràcia de Barcelona en 1984, aunque ya llevaba años moviéndose en el sector de forma algo menos organizada. “Un año después ya había cinco tiendas Mango en Barcelona y una en Valencia”, recuerda la compañía. “A partir de ahí comenzó una etapa de expansión a un ritmo vertiginoso: cien tiendas en ocho años en toda España”, un crecimiento en el que el sistema de franquicias, estrenado en 1987 en Esparreguera, jugó un papel clave. Fue igualmente importante decidir apostar muy pronto por los diseños propios, por una inversión sin freno en publicidad, por las campañas con modelos de renombre como Claudia Schiffer o Naomi Campbell y por tener presencia en todos los continentes del mundo y hasta en internet, un canal al que se abrió en el 2000.

Espíritu de empresa cotizada

Desde entonces ha habido de todo. Momentos de más, momentos de menos, movimientos de fichas en muchos sentidos, pero, de telón de fondo inmóvil, la ambición de llegar cuanto más lejos mejor. De ahí, también, todas las decisiones organizativas que salieron a la luz a semanas de empezar este 2024 tan simbólico para la empresa.

Andic llevaba tiempo obsesionado con que Mango fuera una compañía con dinámicas propias de una empresa cotizada. No porque quisiese que lo fuera (o eso se dice), sino porque eso daba seriedad y profesionalidad al gigante que estaba intentando montar. Y a finales de 2023 tomó varias decisiones que se han demostrado determinantes, también este año pasado.

Premió al consejero delegado externo en el que había depositado su confianza, Toni Ruiz, dándole el 5% de la propiedad de la cadena (primera vez que abría su capital a un miembro ajeno a la familia) y amplió el consejo de administración para incorporar a cuatro profesionales independientes: Jordi Canals, Jordi Constans, Jorge Lucaya y Marc Puig.

La nueva etapa de Mango

Este órgano –y toda esta filosofía bursátil en general– ha sido la base que ha permitido a Mango navegar sin apenas zozobra el último gran desafío que le tenía previsto 2024 a la cadena, el fallecimiento de su ‘alma mater’. La defunción de Isak Andic en un accidente de montaña en diciembre ha obligado a la compañía a empezar su siguiente etapa mucho antes de lo que preveía. El fundador de la empresa ya se había ido alejando progresivamente de su día a día (aunque como presidente no ejecutivo de la cadena siguiera muy vinculado a ella), así que lo tenía todo bastante atado para una hipotética ausencia suya.

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